"Mágico" cierre del Festival de Música de Morelia

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Foto: Victor Ramírez. En estos 16 días, el encuentro reunió a destacadas figuras y grupos que el público disfrutó.

Julio Ceniceros/ La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Excelso cierre tuvo anoche el Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez, con la presentación estelar del virtuoso violinista suizo David Nebel, y la Orquesta Sinfónica de Guanajuato interpretando piezas de Miguel Bernal Jiménez, Johan Jiulius Christian Sibelios y Dmitri Dmitrievich Shostakóvich.

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El concierto sinfónico de clausura tuvo como director titular a Roberto Beltrán Zavala y abarrotó el Centro Cultural Clavijero, espléndido palacio que anoche especialmente se vistió de gala.

Concluyeron así 16 exitosos días de intensas actividades, cursos, clases magistrales y aclamados conciertos, en lo que fue la edición 30 del festival más antiguo y emblemático de la capital michoacana.

El Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez surgió en julio de 1989 y durante las últimas 3 décadas a logrado presentar en Morelia a los más grandes exponentes de la música de concierto de todo el mundo.

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Foto: Victor Ramírez.

Angelus de apertura

El concurrido concierto de clausura abrió con el “Angelus” para orquesta de Miguel Bernal Jiménez, una pieza que da fe de su vida cercana siempre a la religión.

El Angelus es un rito devocional que se observa en memoria de la Encarnación. Solía recitarse 3 veces al día en el siglo XII, pero su uso común data del siglo XVII.

De acuerdo a los apuntes del Festival de Música de Morelia, el Angelus de Miguel Bernal Jiménez fue escrito originalmente en 1943 para órgano o armonía, y la versión orquestal es una de las últimas partituras terminadas por el autor entre 1945 y 1955.

David Nebel, nacido en 1996 en Zúrich, Suiza, comenzó a tocar el violín a la edad de 5 años. Su talento único se hizo evidente a muy temprana edad. A los 9 años interpretó Las Cuatro Estaciones de Vivaldi al lado de la Camerata Zürich.

 

Foto: Victor Ramírez.

Sorprendente violinista

El momento cumbre de la velada llegó con el “Concierto para violín” de Jean Sibelius (1865-1957), que permitió mostrar el privilegiado talento de David Nebel. Aunque es un concierto también para orquesta, está hecho para dar protagonismo a las cuerdas. La parte del violín solista es ideal para ser ejecutada por virtuosos. “Allegro moderato”, “Adagio di molto” y “Allegro, ma non tanto” integran la obra completa.

 

Foto: Victor Ramírez.

A la memoria de Lenin

En la parte final, la Orquesta deleitó a la concurrencia con “Sinfonía no 12” de Dmitri Shostakovich que incluyó los movimientos: “Moderato – Allegro”, “Adagio”, “Allegro” y “Allegro – L’istesso Tempo”. La obra, dedicada a la memoria de Lenin, describe el nacimiento y eventual triunfo de la Revolución Rusa en 1917.

En el primer movimiento, el compositor describe el ambiente general de la ciudad de Petrogrado en vísperas del levantamiento bolchevique.

El segundo movimiento hace alusión a un refugio de Lenin en las afueras de la ciudad, Y el tercer movimiento se refiere el Aurora, el acorazado que según las crónicas de la época disparó los primeros cañonazos contra el palacio de invierno del zar. Para concluir, Shostakovich describe El alba de la humanidad, es decir, un renacimiento del hombre después de haberse consumado la revolución.