Notimex/La Voz de Michoacán Europa. Los recientes escándalos por los abusos sexuales que han sacudido a la Iglesia católica en diversas latitudes obligaron al Papa Francisco a reducir el número de cardenales integrantes de su consejo asesor más cercano, conocido como el C-9. Al concluir hoy la reunión de trabajo número 27, desde su establecimiento en marzo de 2013, el Consejo de Cardenales pasó de nueve a seis integrantes, ya que el pontífice no quiso sustituir a los tres purpurados que abandonaron ese órgano colegiado. Se trata de George Pell, cardenal australiano que desde hace meses afronta un juicio por acusaciones de haber cometido abusos sexuales a menores hace muchos años y por el cual lo habrían declarado culpable, según reportaron en las últimas horas los medios de comunicación de ese país. El Vaticano no quiso confirmar ni comentar esa filtración mediática, pero el portavoz papal Greg Burke aseguró este miércoles a la prensa que la Santa Sede “acatará esa decisión”. Pell era considerado uno de los paladines de la reforma a las estructuras financieras del Vaticano impulsada por Jorge Mario Bergoglio, quien lo encumbró en la poderosa Secretaría de Economía, organismo destinado a controlar todas las operaciones de dinero en el Estado Pontificio. El otro cardenal que dejó el C-9 envuelto en el escándalo es Francisco Javier Errázuriz, arzobispo emérito de Santiago de Chile, quien en las últimas semanas ha sido imputado por la justicia en su país por presuntamente encubrir los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima. El tercer purpurado en salir del Consejo es Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo en la República Democrática del Congo, quien -en cambio- se encuentra en primera línea en la búsqueda de la estabilidad política y social en su país. Burke explicó en una declaración oficial que en la reunión de septiembre pasado, los miembros del C-9 le pidieron al Papa modificar la estructura y la composición de ese organismo, “teniendo en cuenta la avanzada edad de algunos miembros”. Agregó que, por ello, a finales de octubre Francisco le escribió cartas personales a Pell, Errázuriz y Monsengwo “agradeciéndoles por el trabajo realizado en estos cinco años”. Y apuntó: “No está previsto el nombramiento de nuevos miembros por el momento”. Así, los cardenales que quedaron como parte del consejo (ahora C-6) son el hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, el alemán Reinhard Marx, el estadounidense Sean Patrick O’Malley, los italianos Giuseppe Bertello y Pietro Parolin, y el indio Oswald Gracias. Entre otras cosas, en la reunión que concluyó este miércoles, los clérigos analizaron los detalles de una inédita cumbre sobre el tema de los abusos y la protección de los menores con los presidentes de las Conferencias Episcopales de la Iglesia católica en el mundo, que acogerá el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019. También abordaron el problema de la economía interna del Vaticano y la necesidad de reducir costos de operación, aunque se aclaró que no existe algún proyecto o intención de proceder al despido de empleados. Para atender esta dificultad se apuntó a poner en marcha estrategias para hacer más eficaz el trabajo, promover las pensiones anticipadas y realizar presupuestos multianuales que permitan formular proyecciones a 5 y 10 años.