Jorge Manzo/La Voz de Michoacán Santa Fe la Laguna, Michoacán. Está en puerta la evolución de la alfarería en Michoacán. Un modelo más económico y sustentable, pero, sobre todo, menos dañino para la salud de quienes pulen con sus manos las piezas preciosas ha sido “sembrado” en el poblado indígena enclavado en la ribera del lago de Pátzcuaro. La Escuela Nacional de Cerámica enseñó a personas que tienen toda su vida dedicándose a la creación de piezas de barro a utilizar un horno sin leña, modelo inventado por el japonés Yusuke Suzuki, quien impartió las clases durante tres semanas. La idea es que la industria crezca y no siga en peligro de extinción, como ya lo han advertido especialistas que está ocurriendo en Michoacán. Los artesanos deben proteger su patrimonio, expresan.