Redacción/ La Voz de Michoacán Estados Unidos. Una familia decidió cambiar su estilo de vida y ponerse a dieta, logrando perder alrededor de 220 kilos juntos. Sarah Bentley y su esposo Dave solían salir a comer para cada comida. Su desayuno consistía en panecillos y cafés con crema batida. Luego no comían nada durante todo el día y de noche cenaban bocadillos de pollo, comida china, alitas y pizza. Para el postre, compartían un gran bote de helado ¡cada noche!. Entonces, cuatro meses después de que ella iniciara, sus padres, Debbie y Steve Hoffman, que también tenían sobrepeso - Debbie pesando 135 kilos y lidiando con artritis reumatoide, y Steve con 185 kilos- decidieron dejar de tener obesidad mórbida y también cambiaron su estilo de vida.