Anna Jean Kaiser, Marcelo Silva de Sousa y Peter Prengaman, AP / La Voz de Michoacán Sao Paulo. El derrumbe de una presa en el sudeste de Brasil que contenía los desechos de las minas deja al menos nueve muertos y más de 300 desaparecidos. Rescatistas en helicóptero buscaban el sábado supervivientes. El suceso pasa tres años después del mayor desastre ambiental para el país: el derrumbe de la presa de Fundão, también en el estado dónde ocurre ahora esta situación similar. Casi un día entero después de que ocurrió el desastre, encontrar muchos más sobrevivientes parecía cada vez más improbable. "Lo más seguro es que a partir de ahora vamos a estar recuperando cuerpos", dijo Romeu Zema, gobernador del estado dónde ocurrió la tragedia, Minas Gerais. Los trabajadores de la empresa minera brasileña Vale estaban almorzando cuando colapsó una presa de contención de relaves, sepultando al restaurante y a la comunidad circundante en un fango marrón rojizo. La situación de los trabajadores y de otras personas en la ciudad de Brumadinho se desconocía el sábado por la mañana, pero el presidente Jair Bolsonaro y otros funcionarios ya han descrito la devastación como una "tragedia". Hasta el sábado se han recuperado nueve cadáveres, informó la oficina del gobernador del estado de Minas Gerais en un comunicado, pero se teme que haya muchos más a medida que los equipos de rescate y recuperación excavan entre el lodo.