El Universal/La Voz de Michoacán El avión que transportaba al futbolista argentino Emiliano Sala y que cayó al mar el mes pasado en el canal de la Mancha no tenía licencia comercial para operar, anunciaron este lunes investigadores británicos. Sin embargo, la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB, según siglas en inglés) señaló que el viaje pudo haber sido realizado de forma “privada”, modalidad en que los gastos son compartidos por el piloto y los pasajeros. “La base en que el pasajero era transportado en el N264DB aún no ha sido establecida, pero previamente el piloto había transportado pasajeros en el sistema de gastos compartidos”, destacó la AAIB en un informe preliminar. En este caso, la AAIB recordó que en vuelos de esta modalidad el piloto y el pasajero deben compartir un “objetivo común” para realizarlo. Esto significa que “el vuelo no podría haber sido realizado con el único objetivo de transportar al pasajero”. El piloto David Ibbotson llevaba a Sala para presentarse a su nuevo equipo, el Cardiff City, cuando ocurrió el accidente. Las autoridades forenses investigaron las razones de su muerte en Bournemouth Los agentes Willie y Mark McKay, padre e hijo, habían sido contratados por el club de Sala, el francés Nantes, para procesar la transferencia hacia el Cardiff. En declaraciones al diario The Times, Willie McKay dijo que su hijo Markhizo los arreglos del viaje, de la misma forma en que se habían organizado viajes similares de otros jugadores en las semanas previas.