José Luis Ceja Guerra / La Voz de Michoacán. Sahuayo, Michoacán. Habitantes de la región conocida como Las Barrancas en este municipio solicitaron la intervención de las autoridades ambientales para frenar la contaminación de sus mantos acuíferos a causa de los lixiviados. De acuerdo a lo manifestado por los habitantes de esta región que se ubica en las cercanías de La Barranca de la Chicharra donde se asienta el tiradero municipal de Jiquilpan el problema data desde que, por disposición del municipio de Jiquilpan el vertedero local se instaló en ese lugar lo que con el tiempo ha venido ocasionando una serie de riesgos tanto ecosistema como a la salud de comunidades como La Barranca del Añil, del Ahuate y otras quienes desde hace más de una década han venido presentando quejas formales ante las dependencias estatales y federales relacionadas con la salud y el medio ambiente. Señalan a través de diversos oficios entregados tanto a las autoridades locales como a la opinión pública, que, entre otras cosas, la instalación del vertedero jiquilpense ha generado la contaminación por lixiviados de los mantos acuíferos de los que se abastecen éstas y otras comunidades a más de la contaminación por humos tóxicos durante los constantes incendios que se registran en este vertedero principalmente durante los periodos de estiaje o los mismos incendios que generan los pepenadores para rescatar metales de la basura. Es de recordar que, al igual que el resto de los municipios de la región Ciénega de Chapala, el municipio de Jiquilpan ha sido ya sancionado desde hace varias administraciones por la carencia de un plan integral de manejo de residuos sólidos; en ese sentido, desde la anterior administración municipal se señaló que la vida útil de este vertedero era un día a la vez, esto es que era necesario realizar maniobras de manera diaria para poder despejar espacios y seguirlo utilizando. En lo que hace a las comunidades sahuayenses que demandan la solución inmediata a este problema, sus representantes argumentaron que la cercanía de este vertedero ha generado un incremento en la fauna nociva como ratas e incluso manadas de perros que deambulan por esa parte de la sierra y que han acabo con especies menores como conejos que constituyen parte de la dieta de las comunidades barranqueñas. Es de destacar que datos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales establecen que en México el 87 por ciento de la basura generada se deposita en tiraderos a cielo abierto oficiales, esto es, aquellos que son habilitados por entes gubernamentales principalmente las alcaldías ya que, de acuerdo al artículo 115 Constitucional, es a los ayuntamientos a los que compete la recolección y disposición final de los residuos sólidos.