Notimex/La Voz de Michocán Morelia, Michoacán. En Michoacán, las mujeres estadísticamente se encuentran por arriba de los hombres en prácticamente todos los rubros, pues numéricamente el 52 por ciento del total de habitantes son del sexo femenino y también hay más mujeres que saben leer y escribir que hombres. Lo anterior de acuerdo con reportes oficiales que, señalan, en el nivel educativo las mujeres también superan al llamado sexo fuerte. Sin embargo, en los hechos, en pleno siglo XXI, la mujer enfrenta una posición de desventaja real por discriminación, usos y costumbres, estereotipos y otros muchos aspectos sociales. Tales como la falta de oportunidades, el empleo remunerado de manera diferente en realción con el hombre y el maltrato al que son sometidas, es la realidad latente de muchas. En este contexto, la experta en políticas de género y feminista, Elvia Higuera Pérez, consideró que las mujeres en Michoacán continúan viviendo un clima de desigualdad y violencia brutal, que se ha traducido en 22 asesinatos tan solo durante los dos primeros meses de este 2019. En entrevista, señaló que son múltiples las deudas que se tienen con el sector femenino en el país y de manera particular en el estado y puso como ejemplo el acceso pleno a la justicia en donde para realizar una denuncia requieren de testigos o de pruebas físicas que acrediten el delito. “Es una incongruencia, porque muchas mujeres que sufren por ejemplo de una violación, en un instinto de sobrevivencia, no ponen resistencia y al momento de denunciar no pueden acreditar que fueron forzadas”, reflexionó. Otro aspecto es el hecho de violencia que se registra al interior de los hogares por parte de pareja o familiares, que no es denunciada, encubriéndose al agresor por cuestiones de parentesco. Por este motivo, Elvia Higuera comentó que existe una elevada cifra negra de delitos contra las mujeres, “creemos que por cada delito que una mujer denuncia existen al menos seis que no llegan a un ministerio público”, dijo. En este sentido, puntualizó que una de las deudas pendientes con el sector femenino es la justicia ya que actualmente dada la complejidad del sistema no pueden alcanzar ni siquiera los estándares mínimos. Sin embargo, los feminicidios y la violencia al interior de los hogares es solo una cara de la situación que enfrentan las mujeres, señaló. El ámbito laboral y escolar son otras fuentes de acoso, hostigamiento y abuso en contra de las mujeres, quienes son sometidas a horarios y salarios distintos al de los hombres o que tienen que enfrentar ataques por compañeros, maestros o jefes, apuntó. “Las niñas, adolescentes y mujeres en general están en riesgo contante de ser acosadas en el espacio público”, agregó la feminista. Otro tema pendiente, a decir de Elvia Higuera, es el aborto y la urgencia de que las autoridades legislen en este sentido. Dijo que, "aunque se han tenido avances importantes y actualmente el sector femenino cuenta con políticas públicas o espacios políticos garantizados en la ley esto no es suficiente, como tampoco lo ha sido la implementación de la alerta de género". Esto último debido en gran parte a la ignorancia o falta de conocimiento de las autoridades en cuanto a qué medidas emergentes deben tomarse o cómo aplicarlas, ocasionando con ello omisiones graves, citó. En este tenor, la secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres, Nuria Gabriela Hernández Abarca, reconoció que la violencia es una de las problemáticas más graves que enfrentan las mujeres en el estado, pues afirmó que esta se da en su mayoría en el propio seno familiar. De hecho, mencionó que de cada 10 mujeres que han sido violentadas, cinco han sufrido ésta violencia a manos de su pareja. En este sentido, explicó que, de acuerdo a las estadísticas más recientes, la violencia más recurrente que padecen las mujeres a manos de su pareja es la emocional, seguida por la económica, física, sexual y patrimonial. La funcionaria puntualizó que los patrones de violencia se han modificado durante los últimos años debido en parte a la denuncia, ya que antes la agresión física y sexual eran las más frecuentes. Sin embargo, la violencia que se vive en el ámbito familiar o doméstico no proviene sólo de la pareja, sino también de familiares. En este sentido, la más frecuente es la sexual, seguida de la emocional, física y económica, apuntó. Otros datos sobre el tema señalan que de cada 10 mujeres que sufren de violencia, seis viven en zonas rurales y cuatro en asentamientos urbanos, por lo que cuestiones como el machismo o los usos y costumbres siguen jugando un papel importante en el aspecto de violencia contra las mujeres. Así, para la especialista en temas femeninos Elvia Higuera, no se vislumbran cambios en lo inmediato para las mujeres, “vivimos en una cultura machista y patriarcal que se traduce en violencia”, dijo. Agregó que las autoridades deben apostarle al cambio desde lo social y cultural, pues la violencia y opresión contra el sexo femenino no podrá erradicarse por decreto. En cambio, sí se trabaja en patrones culturales y sociales se tendrá la expectativa de lograr un cambio profundo que dé como resultado un cambio quizá lento, paulatino, pero duradero a favor de las mujeres, puntualizó