El Universal / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Es necesario revertir la crisis de derechos humanos que se vive en el país, y poner en el centro de la política pública a las víctimas de la violencia, dijo el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas. Al participar en el foro nacional "Planeando juntos la transformación de México", en el marco de la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, Encinas reconoció que la actual administración, "recibimos un país marcado por una profunda herida y por una grave descomposición del tejido social. Un país hundido en una crisis de violencia". Dijo que esta situación ha cobrado la vida de miles de personas, ha ocasionado el desplazamiento de familias, 40 mil personas desaparecidas y más de mil 100 fosas clandestinas en todo el territorio nacional, así como 26 mil cuerpos sin identificar en los servicios forenses, "y millones de víctimas indirectas". Las víctimas de delitos y violaciones a derechos humanos fueron sistemáticamente dejadas en la sombra; sin embargo, este gobierno ha decidido revertir esta situación y colocar a las víctimas en el centro de su atención y acciones. Revertir la crisis de derechos humanos y garantizarlos de manera progresiva con las víctimas y los grupos más vulnerables y excluidos en el centro de la atención gubernamental es nuestra prioridad", señaló. "La exposición continua a fenómenos violentos, afecta a todos los mexicanos por igual, en particular el desarrollo físico, emocional y social de los niños y adolescentes en México. Más de la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza y millones de mexicanos no tienen atendidas sus necesidades básicas de vivienda, salud, educación y el acceso a una alimentación digna". Dijo que es "urgente" cerrar las enormes brechas de desigualdad que viven los grupos históricamente discriminados del país y poner atención a la violencia que sufren las mujeres en los diferentes espacios de la vida pública y privada, y en las zonas de conflicto del país, donde prácticas como la tortura sexual, "sigue siendo recurrente en el país y debe ser erradicada". Las políticas de seguridad y los procesos de verdad y justicia, pero también las políticas del programa de bienestar atenderán de manera específica la violencia que viven las mujeres pero también deben fungir de manera diferenciada, dando prioridad a las mujeres más vulnerables", agregó.