Jiquilpan: Pepenadores hallan en la basura el “pan de cada día”

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Foto: Twitter.

José Luis Ceja /  La Voz de Michoacán

 

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Jiquilpan Michoacán. Ante la falta de opciones laborales se incrementó el número de personas que han optado por sumarse a las actividades de pepena y reciclado, principalmente de plásticos, pet y aluminio en Jiquilpan, el cual venden tras separarlo de toneladas de basura.

De acuerdo con lo señalado por Luis Amezcua, quien cumple ya 20 años de subsistir de esta actividad, actualmente son 16 las familias en el municipio de Jiquilpan las que han decidido sumarse a estas actividades de recolección y venta de materiales, como botellas de plástico y latas de aluminio, las cuales ofertan a intermediarios, ya sea en este municipio o directamente en plantas recicladoras de Sahuayo y Zamora, de donde obtienen un mejor precio para ellos.

El entrevistado Luis Amezcua, con 68 años de edad, destacó que actualmente en el municipio de Jiquilpan los intermediarios pagan tres mil pesos por tonelada de plástico y 15 pesos el kilo de latas de aluminio, en tanto que en Sahuayo, el pago del plástico se incrementa en 50 centavos por kilo y en cinco pesos el kilogramo de aluminio.

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Señaló que en el municipio Zamora pagan mejor el aluminio, a razón de 22 pesos el kilo, por lo que algunas familias han optado por trasladar su material recolectado los 62 kilómetros hasta esa ciudad en busca de una mejor comercialización; en la intención de no pagar flete especial para trasladar los residuos reciclables, Luis Amezcua señaló que lo que se hace es comprimir al máximo el aluminio para hace bloques de tamaño mediano que son transportados en el área de carga de los autobuses de pasaje ya que el costo de boleto personal cubre la carga y desde la central de autobuses trasladan los paquetes con un diablito.

En promedio, señaló, en los recorridos realizados de manera rutinaria por las plazas y las colonias periféricas de las ciudades de Jiquilpan y Sahuayo, colecta una tonelada de plástico y entre 400 y 450 kilos de aluminio por semana; con la intención de obtener un poco más de recursos lo que hace es comercializar semanalmente, ya sea con los intermediarios de Jiquilpan o en la recicladora de Sahuayo, la recolección de plástico en tanto logra reunir una tonelada para viajar a comercializarla a Zamora.

Es de destacar que la práctica de pepena de materiales reciclables es una práctica común en los vertederos al aire libre de los municipios de Jiquilpan, Villamar, Sahuayo y Venustiano Carranza en los que, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet) se concentran diariamente cerca de 200 toneladas de residuos sólidos; de hecho, en la mayoría de estos vertederos la pepena de reciclables está concesionada a particulares, por lo que no existen todavía cifras oficiales en cuanto al volumen de reciclables que se recupera en estos espacios; vale precisar que la pepena se da en tres procesos: el proceso primario que realizan familias como la de Luis Amezcua, que recolectan en los contenedores de basura en las plazas públicas y las calles; el segundo proceso se establece en los centros de transferencia en los que la pepena la realizan los trabajadores de aseo público y el último se da en los vertederos municipales, razón por la que resulta difícil establecer el porcentaje de recuperación de reciclables de las casi 200 toneladas de basura que se generan en los cuatro municipios día a día.