Arturo Molina/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Hoteles de Michoacán siguen siendo los principales puntos de preocupación en torno a la trata de personas. Por su misma condición de servicio y la privacidad que guardan las habitaciones de los hoteles, moteles y giros similares, han sido uno de los principales objetivos de autoridades para combatir este delito. Hay temor entre el sector de servicios debido a que, en muchos de los casos, aun cuando no tienen relación con los hechores, suelen pensar que el establecimiento o las empresas mismas tendrán algún tipo de repercusión directa judicialmente hablando por haber denunciado algún tipo de irregularidad en sus clientes. Marina Aguilera, titular jurídica de la Secretaría de Turismo de Michoacán, destacó que se está trabajando en la capacitación de dueños y personal de hoteles y moteles del estado para dar a conocer cuáles son las condiciones en las cuales deben denunciar actividades sospechosas que pudieran involucrar este tipo de delitos. Aseguró que por lo general los empleados, al no estar capacitados, pasan por alto señales de casos graves de trata de personas que podrían ser detectados rápidamente si se contara con la información adecuada. “Los distintos giros de hospedaje estarían obligados a denunciar cualquier situación referente a trata de personas con las fiscalías estatales, por lo cual estarían completamente libres de cualquier tipo de repercusión legal o en contra de los empleados que denunciaron la anomalía. En entrevista para La Voz de Michoacán, la especialista señaló la importancia de que más hoteles se sigan sumando al código de conducta de hoteles nacionales”, manifestó. “Es un tema bastante complicado. Como se combate este delito es con información y es lo que hacemos, en el comité damos capacitaciones y pláticas. Acaban de dar una jornada con la Secretaría de Educación a las secundarias de la ciudad. Existe un programa de la secretaría federal, es un código de conducta y es un instrumento que nos sirve para que los establecimientos del sector turístico se adhieran al código de conducta. Es sencillo que los trabajadores de primer contacto tengan la pericia por si ellos detectan algo, hagan la denuncia”, manifestó. El Código de Conducta Nacional para la Protección de las Niñas, Niños y Adolescentes en el Sector de los Viajes y el Turismo (CCN) es un instrumento creado por la Secretaría de Turismo como compromiso que adquiere voluntariamente la industria turística para proteger a las niñas, niños y adolescentes en contra de cualquier tipo de explotación. Entre los objetivos de esta política, a la cual apenas se han sumado 7 hoteles de Morelia, destaca la urgencia de orientar y comprometer a la industria turística en la prevención, detección y denuncia de la explotación sexual y laboral de niñas, niños y adolescentes; involucrar a los actores sociales en la implementación de acciones para proteger los derechos de los niños y evitar la trata de personas y, como punto más importante, ofrecer un protocolo de acción que establece pautas para identificar y actuar ante una presumible situación de explotación sexual o laboral de niñas, niños o adolescentes en establecimientos turísticos, así como brindar herramientas para favorecer la coordinación y comunicación entre las instancias gubernamentales y la sociedad civil involucrada en estos temas y procesos. “Tenemos 7 hoteles, hay un poco de temor cuando les dicen que hay que denunciar, no es una consecuencia jurídica para los establecimientos, las denuncias son con la fiscal y no hay repercusión contra el establecimiento o contra el personal”, manifestó. Actualmente no existen cifras exactas sobre el delito de trata de personas en el estado o a nivel nacional. Una de las principales preocupaciones es que el tema ha evolucionado al grado que llega a ser imperceptible incluso para las víctimas. Si bien se han denunciado casi 40 casos de trata de personas en los últimos años, especialistas y activistas han advertido que la cifra es mucho mayor; no obstante, la ausencia de denuncias es uno de los principales factores que inciden que la cifra gris, es decir, la que no se conocen, pase completamente desapercibida. Uno de los casos y ejemplos más sonados en la capital michoacana refiere a las jóvenes mujeres que ofrecen sexoservicio en la Plaza Carrillo, justo en el Centro Histórico de Morelia. A decir de denuncias ciudadanas y activistas de la ciudad, este grupo de mujeres son víctimas de explotación sexual, las cuales brindan sus servicios en los hoteles de esta zona sin que se haya registrado investigación alguna. La trata de personas no solamente llega a generarse en los niños y adolescentes para el tráfico sexual, contempla grados de esclavitud en adultos mayores al someterlos a trabajos en viviendas, zonas rurales de campo y hasta adultos mayores en condiciones de mendicidad que son constantemente explotados y maltratados.
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