Redacción/La Voz de Michoacán Playa Villa Rica. Un risco unido a la tierra firme por unas enormes dunas abriga del viento la pequeña ensenada en la que se presume que Hernán Cortés hundió sus barcos en 1519, en una trascendental decisión que culminó con la conquista del imperio Azteca, todo un hito en la historia de México y del mundo. Cinco siglos después, en esa bahía de Villa Rica, en el estado mexicano de Veracruz, el arqueólogo mexicano Roberto Junco busca los barcos del conquistador a 15 metros de profundidad en una capa de sedimento que los cubre. https://youtu.be/F77uiqroUOg En ese lugar, Cortés recaló tras recorrer la costa mexicana desde Yucatán y allí mismo tomó la decisión de hundir las embarcaciones para controlar un brote de insubordinación y dejar claro a sus hombres que solo quedaba avanzar hacia Tenochtitlán, en el altiplano de México. Pero Junco no echa las campanas al vuelo con el hallazgo del ancla, que no ha sido sacada del fondo del mar todavía, y con prudencia asegura que "no hay indicios para vincularla con los 10 barcos hundidos por Cortés ni tampoco con las embarcaciones de Pánfilo de Narváez y otros exploradores ibéricos que desde ese año atracaron regularmente". El historiador mexicano Antonio García de León comentó a Efe que es posible que el ancla pueda estar vinculada con Cortés, sin dejar de remarcar que allí hubo una gran actividad marina y que podría ser de otra nave. Es un ancla hecha en España en el siglo XV, que fue hallada enterrada en la arena y es posible que sean fragmentos de estos barcos", explicó. El autor del libro "Tierra adentro mar en fuera: el puerto de Veracruz y su litoral a Sotavento, 1519-1821" asegura que desde hace muchos años se ha explorado la zona marina donde pueden estar los barcos de Cortés y recuerda hallazgos como el galeón Juncal en la sonda de Campeche y el llamado tesoro del pescador hallado hace 40 años en las costas de Veracruz. Además del ancla hallada en la primera expedición, los arqueólogos dejaron marcados 60 puntos que llaman "anomalías magnéticas" y que serán revisadas a detalle en la temporada de campo que cumplirán en el mes de julio. Un grupo dedicará tiempo al lugar donde está el ancla para buscar el llamado arganeo, una especie de anillo, donde se ata el cabo que la unía con la nave.