El Universal/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Este jueves en el Senado de la República, el músico Rubén Albarrán saludó de forma peculiar a los asistentes al foro "Los costos de la masculinidad toxica: retos y alternativas para la igualdad y el bienestar", donde el vocalista de Café Tacvba participó con un discurso de más de 10 minutos en el que habló sobre algunos de los orígenes del machismo en el país. Sr. Julen, tal vez desde su posición no conozca a Rubén Albarrán; basta comentarle que se trata de uno de los 4 músicos responsables del que es el mejor disco de rock hecho en México, considerado por la prensa anglosajona como el White Album de Hispanoamérica (Re). https://t.co/pDnuOgCYvT — Boni (@BenzFermi) July 19, 2019 "Respetuosos y empáticos saludos hijos de la Chingada", fue la forma de saludar del cantante durante el foro, lo que generó algunas críticas de los legisladores presentes ya que indicaron que no se trataba de "un circo". Lo anterior enfrentó a los congresistas, ya que le respondieron que debió escuchar todo el discurso. En sus palabras, Albarrán relató algunos casos sobre el desarrollo de la violencia contra las mujeres, el acoso, entre otros temas. "Como padres y madres de este momento, debemos hacer consientes que esta cultura patriarcal y machista de la que provenimos, no solamente nos ha costado dinero, nos ha costado la supervivencia como país, como cultura, como seres vivos", expresó. En redes sociales ha dividido opiniones sobre el uso y la connotación de la frase: "hijos de la chingada". Aquí parte del discurso de Rubén Albarrán para que el senador @julenrementeria tome nota y no hable sin sustento. De ahí la importancia de eliminar las masculinidades tóxicas. pic.twitter.com/NIGVy26KLo — Jair (@edsonvieyra) July 19, 2019 Octavio Paz y La Chingada Octavio Paz necesitó de la chingada para remitir totalmente a un ser marcado por su historia. Acribillado por su pasado, el mexicano es incapaz de ser congruente con lo que hace y lo que siente. Según él, desde la conquista azteca en manos de los españoles, los mexicanos han intentado adoptar una identidad extranjera mientras encuentra una propia. En México esta palabra se convierte en un amplio abanico de posibilidades, la cultura, el machismo, la historia, la religión; todo se compone en una palabra que según el poeta es un secreto a voces, un adhesivo cultural que está implantado en lo más profundo de nuestro ser, se encuentra en nuestro ADN y surge en los momentos de cólera, de explosión, de festejo. Porque eso es lo que Paz objeta, el mexicano busca en la muerte, en el alcohol, en el festejo y en todo lo que lo saque de su pasividad algo para encontrarse a si mismo. Es en esos momentos en los que la frase “Viva México hijos de la chingada” hace temblar las paredes de la habitación.