Agencias /La Voz de Michoacán Roma. Nadie se había dado cuenta. Pero cuando sus padres la llevaron a la guardia de un hospital, después de inexplicables crisis nerviosas, salió a la luz que su hija de 10 años se había vuelto adicta a la cocaína. La terrible historia de la "niña cocainómana" sucedió en Vimercate, un pueblo en provincia de Monza, 30 kilómetros al norte de Milán y conmovió a Italia. Según reveló hoy el diario Quotidiano Nazionale, todo comenzó cuando los padres de la chica, ambos empleados y sin nexos con las drogas, decidieron llevarla a la guardia del hospital de su pueblo después de una enésima crisis de nervios. La chica, que acaba de terminar quinto grado, no sin problemas en las escuela, había tenido varias reacciones de cólera, incontrolables, que habían alarmado a sus padres. En la guardia del hospital, ni bien la visitaron, los médicos sospecharon que detrás de ese malestar podía haber un uso de drogas. Algo que confirmaron luego los análisis clínicos: la chica, que había comenzado fumando marihuana, ya había pasado a consumir cocaína. Un uso esporádico, pero que igualmente había dejado huellas no sólo en el cuerpo, sino en su frágil psiquis. Y todo sucedió sin que nadie se diera cuenta de nada. Los resultados dejaron sin palabras no sólo a la familia, sino también a los médicos del hospital, a quienes la chica, al principio agresiva y con la mirada perdida, llegó a contar cómo llenaba las horas de soledad y vacío que tenía en su casa, porque sus padres se iban a trabajar. Salía a dar vueltas con la plata de bolsillo que le daban cada semana, hasta que -aunque no quiso hacer nombras-, encontró personas sin escrúpulos. La chica no quiso decir nada sobre la identidad de los dealers que le vendieron droga. Tiene miedo, presenta un cuadro de confusión general, capacidades prácticas disminuidas y rabia que estalla repentinamente, sin motivo. Luego de estar internada unos días en el hospital de Vimercate, pueblo de 26.000 almas, se encuentra ahora en una comunidad de menores que intentan desintoxicarse. "Muchas veces son chicos más grandes que involucran a los más chicos en la droga. Apenas vi a la niña entendí, por su mirada perdida, de qué se trataba. Es un caso límite, que nos hace entender cuál es la tendencia de hoy y cuál es la emergencia que deberemos enfrentar en el futuro", dijo Antonio Amatulli, jefe de psiquiatría del hospital de Vimercate, que trató el caso. Amatulli contó que en los últimos años crecieron en forma exponencial las internaciones de menores en su hospital. "Es un fenómeno nuevo y gravísimo, que hace cinco años no existía. Ahora es cosa de todos los días y no dan abasto los sectores de psiquiatría destinados a lo más jóvenes", indicó. El experto también puntualizó que este atroz boom no sólo se debe al abuso de estupefacientes y súper alcohólicos, sino por otras dos causas: "la complejidad de la sociedad y la incompetencia de la familia y la escuela". "Faltan roles claros, sin los cuales, es imposible que haya una maduración; falta un sistema de valores", afirmó. La noticia de la niña "cocainómana" a los diez años, que tuvo gran repercusión, ocurrió a menos de una semana de que dos jóvenes norteamericanos, de vacaciones en Roma y luego de adquirir drogas, mataron a un carabinero luego de un confuso episodio. "Uno de los dos jóvenes norteamericanos que confesó haber matado al carabinero escribía sobre sí mismo en Internet que era 'el rey de la nada'. Es éste el problema: los chicos son cuerdas tensas sobre la nada. Falta la base. La figura de los padres está ausente y los chicos se pierden", concluyó Amatulli.