Morelia, foco rojo en casos de trata de personas en Michoacán

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Foto: Adobe Stock. La mayor incidencia de casos de trata de personas que tiene registro la CEAV en Michoacán es en la capital del estado.

Redacción / La Voz de Michoacán

 

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Morelia, Michoacán. De los 11 casos de trata de personas denunciados de 2016 a la fecha en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) en Michoacán, 10 se ubican en Morelia y uno en el municipio terracalenteño de Apatzingán, informó la titular del organismo, Cristina Cortés Carrillo.

Durante la ceremonia donde se premió a los ganadores del Primer Concurso de Fotografía, organizado en el marco de la conmemoración del Día Mundial contra la Trata, la funcionaria explicó que a la gravedad de que se registren casos de trata de personas se suma el hecho de que muchos de ellos no llegan a judicializarse.

Cortés Carrillo puntualizó que en los casos que se judicializan, no todos los responsables logran ser detenidos o encarcelados.

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La comisionada Ejecutiva de Atención a Víctimas afirmó que es necesario que se mantengan ágiles las líneas de comunicación entre todas las instancias relacionadas en la atención a la problemática, a fin de hacer más eficiente la atención a este tipo de casos.

Lamentó que sigan existiendo personas que cometen crímenes de lesa humanidad y señaló que la comisión a su cargo tiene puentes con instituciones de procuración de justicia para dar atención, canalización y seguimiento a todas las denuncias.

El fiscal general del estado de Michoacán, Adrián López Solís, señaló que el combate al delito de trata de personas es un tema que debe afrontarse con un alto sentido de responsabilidad, pero sobre todo con total sensibilidad.

No por estar conviviendo permanentemente con esta clase de problemas, podemos darnos por enteramente comprendidos o sensibilizados de lo que esto significa, hay que tener objetividad e imparcialidad, pero nunca, nunca debemos perder la sensibilidad”.

Internet, una trampa para las víctimas

La modernización de los sistemas de comunicación y la era digital han traído un aumento en la problemática de la trata de personas y nuevas formas en que las personas son prácticamente vendidas sin que se den cuenta, alertó el coordinador de Estudios de Divulgación en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Gerardo Herrera Pérez.

El especialista advirtió sobre la problemática que ha llegado con la época de las redes sociales, principalmente porque se ha salido de control la relación de los menores de edad con toda clase de dispositivos y los padres de familia poco pueden hacer frente a aplicaciones de comunicaciones que los conectan con quienes concretan las redes de trata de personas.

 

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Herrera Pérez consideró que uno de los problemas para combatir este crimen es la ausencia de denuncias, uno de los principales factores que inciden que la cifra gris.

La única solución que se advierte ante el poder de los medios de comunicación masivos como las redes sociales y la conectividad, es que los padres de familia vuelvan a ejercer un control sobre los menores de edad y sobre todo que estén pendientes sobre las relaciones que entablan con otras personas en las redes.

Iglesia advierte sobre riesgos

Aunque en Michoacán no hay municipios que sean considerados con alta incidencia de trata de personas, sí es uno de los estados de los cuales proceden las víctimas mexicanas identificadas en el extranjero, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), alertó la Arquidiócesis de Morelia.

Las regiones con mayor incidencia en la entidad son el centro, Tierra Caliente y Oriente, según datos de la Fiscalía Especializada en Atención a Feminicidios y Trata de Personas.

Este delito se considera el tercer negocio ilícito más lucrativo del mundo, sólo superado por el tráfico de drogas y de armas. De acuerdo con la OIT, existen un total de más de 25 millones de personas víctimas de este delito.

En este delito extendido por todo el mundo las principales víctimas son mujeres, niñas y niños, lamentó la Iglesia Católica en Michoacán.

La trata de personas, señaló la Arquidiócesis de Morelia, constituye un ultraje vergonzoso a la dignidad humana y una grave violación de los derechos humanos fundamentales.