Rogelio Arellano / La Voz de Michoacán. Uruapan, Michoacán. Con carácter de urgente se debe realizar la verificación del subsuelo en zonas urbanas donde existen viejos cárcamos o bóvedas para aguas pluviales y residuales, ya sea con apoyos oficiales o recursos propios, con el fin de prevenir el colapso parcial o total de inmuebles, señala el dictamen que elabora el Colegio Michoacano de Ingenieros Civiles a petición de la administración municipal. Lo anterior, debido a que en la actual temporada de lluvias suman cuatro las viviendas que han sido desalojadas por colapso parcial o total, debido a socavones que han sido producto de agresivas corrientes pluviales las cuales a su vez han colapsado esas añejas bóvedas que se edificaron hace 30, 40 y 50 años, algunas con longitudes de hasta 100 metros o más y que corren por debajo de más de un centenar de casas en diversos puntos de la ciudad. Francisco Mendoza, miembro del citado colegio, informó que en las próximas horas será entregado dicho dictamen a las autoridades municipales luego de que durante el fin de semana se realizaron labores de inspección física en los socavones de la calle Tejeda, donde tres inmuebles fueron desalojados por daños en su estructura tras afectaciones en el viejo cárcamo de mampostería. Ese cárcamo fue construido con muros de piedras y cemento, sin elementos o estructuras firmes como se requiere en este tipo de suelo que es arenoso-charandoso, por ello ante el exceso de humedad además del taponamiento del mismo por sus derrumbes, se generaron los importantes socavones los cuales pueden surgir de manera inesperada por ello la urgencia de que se realice una inspección en la red de bóvedas pluviales de la ciudad”, sostuvo. Dicho dictamen será parte de un expediente técnico que será el sustento para la gestión de recursos extraordinarios ante los gobiernos federal y estatal, como por ejemplo el Fideicomiso del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) o bien otros programas con carácter de urgente y la necesidad de varios millones de pesos pues se debe incluir la rehabilitación de inmuebles o bien su demolición y reconstrucción. La realidad, señaló, se trata de unas 20 bóvedas con muchos años de operación que han comenzado a colapsar, por ello la recomendación de que todas sean sujetas de una inspección a detalle, ya sea por iniciativa de las autoridades o bien por parte de los propietarios de aquellos inmuebles para evitar emergencias que puedan generar víctimas no solamente daños materiales, indicó Francisco Mendoza.