Héctor Jiménez/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Tras aseverar que las autoridades de gobierno han sido rebasadas por los hechos de violencia y que toda la sociedad debe participar en la pacificación del país, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Morelia, Herculano Medina Garfias, consideró necesario “escuchar los motivos del lobo”, es decir, mantener diálogo con integrantes del crimen organizado para conocer sus razones para sumarse a estas agrupaciones. “Hay una enseñanza que nos da San Francisco de Asís y dice que hay que escuchar los motivos del lobo; y entonces, cuando no escuchamos los motivos de por qué estas personas entraron a esta realidad de la delincuencia, creo yo que no vamos a poder entender por qué están ahí”, afirmó el líder religioso en conferencia de prensa este domingo, tras ser cuestionado en torno a la polémica nacional sobre si el gobierno debe mantener diálogo o negociación con grupos criminales. “El asunto es delicado, ciertamente”, añadió Medina Garfias. “Yo no digo que es una situación fácil entrar en diálogo con ellos, pero creo que si se buscan los caminos adecuados se puede llegar a un diálogo y se puede ayudar a ellos a que se conviertan, porque la violencia no es un camino de solución a las diferencias económicas, sociales, culturales que hay. Todas esas diferencias han marcado distancia”. En ese sentido, añadió que la desigualdad y la falta de oportunidades económicas deben ser los principales motivos del aumento de las actividades criminales. No obstante, tras lamentar el reciente asesinato de un sacerdote en Matamoros, Tamaulipas, aseveró que las autoridades de gobierno han sido rebasadas por el fenómeno de violencia del país y es necesario que reconozcan los daños a terceras personas causados por enfrentamientos de grupos rivales del crimen organizado. “Creo yo que las autoridades civiles deberían tener más en cuenta que la delincuencia ha estado agrediendo a la sociedad y entre ellos mismos se han ido destruyendo y afectando personas que nada tienen que ver con ellos; muchos se disputan territorios y en esa dispuesta hay muchas personas y familias que han perdido también la vida o sus bienes”. Esta declaración se da después de que ha habido un aumento significativo de índices delictivos en diversos puntos del país, incluido Michoacán. Y, sin embargo, algunas autoridades han argumentado que se trata de problemas entre grupos criminales, minimizando los posibles daños a la ciudadanía. Migran por la violencia Medina Garfias también recordó que una cantidad importante de michoacanos han tenido que emigrar del estado a causa de la violencia, así como existen personas que viven en condiciones “infrahumanas” debido a que no cuentan con los recursos económicos para buscar una mejor calidad de vida en otro sitio. “Es conocido por todos que en las comunidades donde son focos rojos, donde hay más violencia, presencia, de grupos de delincuencia organizada, la gente ha ido emigrando a otros lugares, a las ciudades más grandes, a otros estados del país. Incluso hay gente que ha tenido que emigrar a otros países para poder salvaguardar su vida, su integridad y su familia, y buscar condiciones más adecuadas”. “Pero desafortunadamente no todas las personas lo pueden hacer y hay quienes tienen que continuar viviendo a veces en condiciones infrahumanas porque no tienen recursos para trasladarse y hacer vida en otro lugar”, lamentó el obispo, quien también precisó que la Arquidiócesis de Morelia ofrece alimentación, hospedaje, medicamento e incluso capacitación en oficios a las personas víctimas de la violencia. En ese sentido, consideró que la estrategia para revertir este fenómeno debe basarse en la articulación de otros agentes, como el clero y la sociedad civil organizada, para emprender un proyecto de pacificación. “Reconocemos que el gobierno ha sido rebasado ya por esas situaciones de delincuencia organizada”, señaló, “y ahora no solamente el gobierno tendría que trabajar, es la sociedad completa la que se tiene que involucrar en ello y las instituciones de la sociedad civil organizada también tendrían que hacer lo propio para generar esas condiciones de paz”.