Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La enfermedad por modelantes inyectables es un mal mortal en Michoacán, ya que los especialistas siguen atendiendo casos de emergencias de manera constante e incluso se ha registrado la defunción de pacientes afectados por sustancias como aceite de uso automotriz, advirtió el doctor Martín Lira Álvarez, integrante del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER). “Es una enfermedad que es mucho más frecuente hoy en día, es causada por la aplicación de diferentes sustancias oleosas y algunas que tienen aprobación médica, se tienen secuelas desastrosas”, expresó el especialista durante una conferencia en un hospital privado de la ciudad. Hace unos años le presenté la solicitud al entonces secretario de salud de Michoacán, Carlos Aranza, y le dije que necesitábamos su apoyo. Solicitamos todos los casos de reportes de modelantes inyectables en las instituciones y todas dieron ceros, los reportes no existían pero en los consultorios de cirugía plástica privada ahí sí nos llegaban y nos estaban llegando pacientes con problemas”. Señaló que los registros de salud púbica no cuentan con estadísticas precisas sobre los males presentados en pacientes a causa de la aplicación de modelantes inyectables, pues las personas que acuden a los servicios médicos suelen mentir sobre las causas de sus padecimientos y únicamente afirman que “les hicieron una inyección”, sin mencionar de qué sustancia se trata e incluso a veces ellos mismos la desconocen. Sin embargo, añadió que el Hospital General de México tiene un registro de 539 pacientes provenientes de todo el país hospitalizados debido a esta causa, así como más de 10 mil consultas externas por la misma razón, de los cuales 84 por ciento corresponden a mujeres y 16 por ciento a hombres, con la especificación de que la preferencia de éstos últimos era homosexual. Lira Álvarez también expuso un modelo creado en el mencionado hospital para medir el grado de afectación causado por lo modelantes inyectables, el cual va desde la clasificación 0, cuando todavía no se presentan síntomas; la 1, en la aparecen tumoraciones leves; la 2 y 3, con úlceras más severas, y la 4, en la que ya únicamente se podrían ofrecer cuidados paliativos. Muere joven de Apatzingán El doctor Martín Lira Álvarez que en Michoacán llegó un paciente un grado de afectación nivel 5. El especialista mostró las imágenes del joven que en años recientes fue recibido en los servicios de emergencias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); era proveniente de Apatzingán y sus glúteos presentaban un color completamente negro por la afectación. Murió días después por esta causa y en el reporte oficial destacó que se le había inyectado aceite automotriz usado. Mal que azota a Michoacán Martín Lira Álvarez hizo énfasis en que este es un mal muy presente en Michoacán, ya que en su consulta particular ha atendido un total de 62 casos desde 2016 a 2018, e incluso comienzan a recibirse pacientes que tienen un grado de afectación 0, es decir, mujeres que todavía no presentan síntomas de daño pero temen que sea cuestión de tiempo para que comiencen a notarse las afectaciones o complicaciones. De acuerdo con la explicación del especialista, estudios en la materia también refieren que los daños luego de la aplicación de sustancias que principalmente se dan en glúteos y senos, tardan un promedio de 8.8 años en aparecer y, contrario a lo que podría preverse, la población afectada proviene principalmente de un nivel socioeconómico medio y alto. Esto también es un problema porque la amiga le dice a la paciente futura que ya tiene varios años con la inyección y que no le ha pasado nada, pero lo que pasa es que todavía está en un periodo asintomático. Estamos destapando la punta del iceberg, están llegando pacientes asustadas a nuestros consultorios”. A su vez, los médicos presentes durante la conferencia de prensa coincidieron en que hacen falta campañas oficiales más fuertes para difundir los riesgos en este tipo de procedimientos, así como se requiere una aplicación más fuerte de la ley en la materia pues, aunque se cuenta con leyes estatales y federales al respecto, se percibe una baja capacidad de las dependencias responsables para vigilar, detectar y castigar a los presuntos responsables.