AP/La Voz de Michoacán Phoenix. La construcción de un tramo de muro fronterizo con recursos del Pentágono comenzó esta semana cerca de Yuma, Arizona. En tanto, las autoridades federales hicieron pública una lista de proyectos del Departamento de Defensa que serán cancelados para pagar el muro del presidente Donald Trump. La cerca de acero de 9 metros (30 pies) será erigida a lo largo del río Colorado en una sección de frontera donde se había registrado un fuerte aumento en la entrada de familias migrantes este año, aunque se redujo considerablemente en las últimas semanas. Se desconocen los detalles exactos del proyecto, pero al parecer la valla abarcará unos 8 kilómetros (5 millas). El inicio de la construcción esta semana coincidió con el anuncio del Departamento de Defensa sobre la cancelación de proyectos por 3.600 millones de dólares que se realizarían en bases militares para financiar el muro, hechos que ponen de relieve el dilema político en el que se encuentran muchos miembros del Congreso que buscarán la reelección el año entrante. Por un lado, esos legisladores tendrán que responder por los proyectos militares estatales cancelados, pero por el otro podrán granjearse el apoyo de las huestes del presidente en asuntos de seguridad fronteriza con los proyectos del muro. Trump declaró en febrero una emergencia nacional para disponer de miles de millones de dólares del Pentágono para financiar el muro, además de los 1.400 millones asignados por el Congreso. Las victorias del mandatario en tribunales sobre las impugnaciones de oponentes y ambientalistas permitieron el inicio de las obras del muro en las últimas semanas en Arizona y Nuevo México. Isaac Russell, que vive a poco más de kilómetro y medio (una milla) del nuevo sitio de construcción en Yuma, dijo que la valla afectará el tránsito de especies terrestres y perjudicará valiosos recursos hídricos. Russell y un grupo de ambientalistas opuestos a la construcción de más barreras fronterizas consideran innecesario el proyecto. “Va a destruir la última sección intacta del lecho del río Colorado, sin que tenga grandes repercusiones en la inmigración”, declaró Russell. “Y se lleva a cabo mediante el falso auspicio de una emergencia inventada sin el debido proceso, sin la opinión del público”. La mayoría de los migrantes que cruzan la frontera son familias que se entregan a los agentes en lugar de evitarlos. En la reserva de la biósfera Parque Nacional Organ Pipe Cactus cerca de Ajo, Arizona, el gobierno efectúa los trabajos para reemplazar 3,2 kilómetros (2 millas) de barreras antiguas con barreras de acero de 9 metros (30 pies). En Nuevo México, las cuadrillas sustituyen barreras de menor altura en un tramo de 74 kilómetros (46 millas) de desierto al oeste de Santa Teresa. El Departamento de Defensa financia ambos proyectos. En una carta en la que menciona diversos proyectos relacionados con la construcción del muro fronterizo, el secretario de Defensa, Mark Esper, dijo el martes que esas obras “disuadirán los ingresos ilegales, aumentarán el tiempo que toma a personas que cruzan ilegalmente la frontera perderse de vista y canalizarán a los migrantes hacia los puertos de ingreso”. En Arizona, los ambientalistas han entablado demandas contra algunos contratos de construcción con el argumento de que el gobierno dispensó ilegalmente decenas de leyes para hacer construcciones en tierras protegidas. Dos casos continúan pendientes en una corte federal, y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) dijo esta semana que presentará una demanda para impedir la canalización de más recursos del Pentágono a las obras. Un tercio de la frontera ya cuenta con barreras de diversos tipos. Las detenciones de inmigrantes han bajado considerablemente en los últimos dos meses debido al calor del verano y las medidas más estrictas adoptadas contra los migrantes en México.