AP /La Voz de Michoacán Ciudad de México. Un grupo de policías federales bloqueó durante horas el viernes la principal vía de acceso al aeropuerto de la Ciudad de México, justo al inicio de un puente vacacional por las fiestas de la Independencia. Al caer la noche la protesta continuaba mientras se desarrollaban conversaciones con las autoridades. Los agentes inconformes no quieren incorporarse a la Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad recién creado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y piden indemnizaciones para dejar la corporación. Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, indicó en un video grabado el viernes que su secretaría está ofreciendo hasta diez alternativas a aquellos agentes que no quieran incorporarse a la Guardia, y que van desde pasar a servicios de protección civil hasta incorporarse al Instituto Nacional de Migración o a unidades antisecuestro o de búsqueda de personas. https://twitter.com/El_Universal_Mx/status/1172696250858295297?s=20 “En ningún caso los policías van a perder derechos”, dijo Durazo, ni se modificarán prestaciones como el sueldo o la antigüedad. “Si su decisión es no pasar a la Guardia Nacional la respetamos”. Pero también señaló que, como las alternativas que ofrecen son muy amplias y diversas, “sería impensable para la ciudadanía que entre 10 opciones de adscripción no encuentren una que les satisfaga”. Sin embargo, los agentes no confían en esas promesas, y en las protestas podían oírse gritos de “¡Durazo miente!” Según el secretario, los inconformes son un grupo “realmente pequeño y no representativo de la policía federal”, aunque sí lograron afectar esta zona de la ciudad en un día en que miles de personas salen a festejar la Independencia. En el aeropuerto la gente se desesperaba por la dificultad de acceder a la terminal. “Pedimos una disculpa a la ciudadanía por los inconvenientes”, anunció Durazo. Un total de 500 policías de la ciudad fueron desplegados para evitar altercados, indicó la Secretaría de Seguridad Pública capitalina. Desde que se creó la Guardia Nacional a principios de año, un grupo de policías federales, el mismo cuerpo que López Obrador tachó de corrupto, se han opuesto a incorporarse al nuevo organismo con el que el presidente aspira a pacificar el país y que, por el momento, está formado principalmente por militares.