El Universal / La Voz de Michoacán Ciudad de México. Menos de dos horas para que arranque el Super Bowl LII y los pasillos del US Bank Stadium están alborotados. La planta baja del templo en Minneapolis es el principal acceso y se crea un tumulto de aficionados desesperados por ir a sus lugares o comprar algo de comida. Entre los pasillos, ex jugadores de la NFL como Brett Favre y Kurt Warner son reconocidos por los presentes, pero el tiempo es oro y no tienen tiempo para firmar autógrafos o tomarse selfies. La adrenalina de los aficionados de Eagles y Patriots, conocidos por su pasión durante los partidos de NFL, se respira en los niveles del US Bank Stadium. El ambiente es tenso con un toque de ilusión.