Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Pese a su gran valor natural, cultural y turístico las tortugas marinas se encuentran amenazadas actualmente, sobre todo por la depredación de ejemplares adultos y huevos, a los que se atribuyen supuestas propiedades afrodisíacas y revitalizantes, creencias erróneas y mitos que aún persisten. De las siete especies caracterizadas en el mundo de estos quelónidos, cuatro buscan refugio en tierras michoacanas. Son las playas de Colola, Maruata, Mexiquillo y Caleta de Campos las que reciben cada año a las especies carey, laúd, golfina y negra, que sólo se ubica en la entidad, un proceso que atrae el turismo y posibilita la continuidad de sus poblaciones, pero también conlleva la llegada de saqueadores que extraen los huevos depositados en las arenas y matan a los adultos que han acudido a desovar. También puedes leer: Pequeñas golfinas ya invaden costas michoacanas; inicia la liberación de tortugas Las tortugas marinas, reptiles que han habitado la Tierra los últimos 100 millones de años, son fundamentales para mantener el equilibrio ecológico, ya que incentivan la conservación de los pastos marinos, los arrecifes de coral y las poblaciones de especies con valor comercial y alimentario, como el camarón, la langosta y el atún. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha detectado que factores como la caza furtiva, el consumo directo, la pesca ilegal, el comercio ilícito, el cambio climático, la contaminación de los mares, la urbanización de las zonas costeras y la pérdida de espacios de anidación y alimentación, han incidido en la reducción de las tortugas marinas y les ha puesto en riesgo de desaparecer. La caza furtiva y el consumo directo son las causas principales de la amenaza de extinción que pesa sobre estos estos quelónidos, ya que, a pesar de los esfuerzos de autoridades y civiles, a través de iniciativas como la creación de campamentos tortuguers, algunos aún demandan los productos de la tortuga marina por sus presuntas propiedades afrodisíacas y revitalizantes. Los huevos y la carne de tortuga marina no sólo no ayudan a resolver problemas como la disfunción eréctil, sino que pueden agravarlos, ya que contienen altos niveles de colesterol, que pueden afectar la función cardíaca y elevar la posibilidad de infartos y accidentes cerebrovasculares”, señaló el titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), Ricardo Luna García. Afirmó que, en coordinación estrecha con los campamentos tortugueros que operan en la entidad, la administración estatal impulsará la supervivencia de la tortuga marina; sin embargo, alcanzar esta meta es un trabajo que debe efectuarse desde distintos ámbitos, especialmente, desde los ciudadanos, mediante su sensibilización y el rechazo a la ingesta de productos de estos ejemplares. Por su valor en la conservación de los ecosistemas costeros y el peligro que corren, la Semaccdet hizo un llamado a erradicar la depredación de estos quelonios y pidió a la sociedad no consumir o adquirir huevos o carne de tortuga marina, así como a evitar la depredación de nidos y ejemplares adultos y denunciar los daños infligidos a estos animales.