La Guardia contra los ‘bots’ Jorge A. Amaral Inicio con una frase de J.R.R. Tolkien: “Guerra ha de haber mientras tengamos que defendernos de la maldad de un poder destructor que nos devoraría a todos; pero yo no amo la espada porque tiene filo, ni la flecha porque vuela, ni al guerrero porque ha ganado la gloria. Sólo amo lo que ellos defienden”. Dice el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, que la Guardia Nacional está siendo fuertemente atacada por “bots”, es decir, cuentas pagadas en Twitter dedicadas a atacar de forma sistemática. El funcionario señala que ya andan tras la pista de los autores de estos ataques, ya que se tiene detectado que dos empresas tienen cada una 500 mil de estas cuentas. El secretario se queja de que estos ataques son orquestados por los defensores de la guerra contra el narco, que no entienden que la estrategia de seguridad en México ya no incluye operativos y balazos. Si lo que más le preocupa al secretario Durazo es que la corporación estrella de este sexenio sea criticada en redes sociales, se está enfocando en el objetivo equivocado, porque posiblemente sí haya “bots” para criticar la estrategia de seguridad del gobierno federal, pero, eso lo puedo asegurar, hay miles de mexicanos que lo hacen gratis al no ver resultados contundentes, al ver que mientras el presidente habla de convencer a los malos de hacerse buenos, a los malos les importa un rábano y no se dejan seducir por el “¡fuchi!, ¡guácala!” del presidente. Cierto, el origen de la violencia en México es multifactorial y hay que atacar las causas, no sólo las consecuencias, por eso es muy importante que el gobierno federal trabaje en comunidades y con los jóvenes para prevenir que caigan en las garras de la delincuencia, que se les ofrezcan oportunidades de desarrollo educativo y económico para que no tengan la tentación de “halconear” o vender droga en alguna esquina, claro que hay que atacar el rezago educativo, la pobreza, la violencia intrafamiliar, la pérdida de valores éticos y preceptos morales, que es en gran medida lo que tiene a la sociedad sumida en el lodo. Pero todo lo anterior es para prevenir, para evitar nuevas víctimas (me refiero a los muchachitos que se meten a la vida bandida), pero con discursos morales, programas sociales y buenaondez no se les va a hacer nada a los que ya están dentro, a los que ya operan en células y cometen asesinatos y trafican con drogas, armas y personas; esos lamentablemente ya están perdidos y es obligación de las autoridades evitar que sigan haciendo más daño, ¿cómo?, combatiéndolos, deteniéndolos para que paguen el mal que han hecho a la sociedad, porque por esos personajes es que tanta gente inocente ha muerto, por esas gavillas es que a mucha gente le da miedo tener un negocio exitoso, por ellos y los agentes corruptos es que hay miles de desaparecidos. Además, a los capos de la droga no les importa la paz y la reconciliación porque eso no les genera dividendos. El narcotráfico y demás actividades delictivas son negocios, y para que esos negocios funcionen deben defenderlos a sangre y fuego, tanto de otros grupos como de las autoridades, por eso a los barones de la droga les importa un rábano el discurso del gobierno federal, y mientras siguen moviendo los hilos con un ejército de funcionarios de todos los niveles en el bolsillo. Cierto, el modelo calderonista no fue efectivo porque se basó únicamente en capturar a los objetivos que convenía capturar, esto en gran medida por la mano del oscuro Genaro García Luna, que heredó los convenios hechos durante el sexenio de Vicente Fox, y ya en el periodo de Enrique Peña se le bajó a la espectacularidad de los operativos, salvo en Michoacán, lo que tuvo resultados anodinos. Por eso el actual gobierno debe atacar todos los frentes: el económico, el operativo, el social y educativo. Esto es, combatir el lavado de dinero para desmantelar las estructuras financieras de los cárteles, ya que esto es lo que les permite reclutar a más personas y mantenerlas armadas y en movimiento; combatir de manera frontal a los criminales que de todos modos no muestran compasión ni respeto alguno por la vida, y aunado a ello, trabajar en la sociedad y dotar a los jóvenes de herramientas que les permitan ver más allá de la troca buchona y el espejismo de la vida narca, atender los rezagos que en las zonas marginadas son el pan de cada día. Pero debe empezar a hacerse ya, o de lo contrario pasará otro sexenio y los cárteles seguirán multiplicándose con cadáveres esparcidos por doquier. En virtud de lo anterior, el secretario Durazo debe dejar de preocuparse por quienes critican a la Guardia Nacional en las redes sociales, que cuando la corporación deje de hacer turismo y no permitan humillaciones de delincuentes, entonces las críticas serán mínimas, de los detractores de siempre, a los que ni siquiera se les hace caso pues ya sabemos que Calderón quiere fortalecer su negocio de partido político y que la imbecilidad de Vicente Fox se ha acentuado con los años. Es cuánto.