Redacción/ La Voz de Michoacán Al grito de ¡2 de octubre no se olvida, es de lucha combativa! hoy tuvo lugar la marcha en conmemoración del Movimiento Estudiantil de 1968. En la conmemoración del 51 aniversario de la represión de la Plaza de las Tres Culturas, el Comité 68 demanda que cese la impunidad en el caso, que se reabran los expedientes que quedaron pendientes y se castigue a los responsables intelectuales y materiales que aún quedan vivos. Al momento de ingresar al Zócalo, una orquesta de la Sierra de Puebla recibió a los manifestantes al ritmo de Cielito Lindo. El Estado tiene una cuenta pendiente para esclarecer toda la cadena de crímenes y la violencia que opera ahora. Así como tiene comprometido presentar con vida a los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa", señalaron integrantes del Comité. Alrededor de 10 mil personas participaron en la megamarcha que año con año se realiza en la Ciudad de México. Con pintas de aerosol y diversas consignas, grupos anarquistas y radicales se hicieron presentes y expresaron su malestar ante el operativo de Cinturón de Paz, valla humana de funcionarios y voluntarios con camisas blancas, orquestado por el gobierno capitalino, para evitar las formas más subversivas de protesta. ¿Tanto miedo nos tienen que nos bloquean?, se leía en tinta roja en una de las vallas metálicas montadas para proteger las paredes de la sede del Banco de México. Sube de tono la protesta El mayor incidente ocurrido durante la marcha que partió en punto de las 16:00 horas de la Plaza de las Tres Culturas, ocurrió sobre la calle 5 de Mayo, por donde los nutridos contingentes arribaron al Zócalo capitalino. En este punto del recorrido ya no había cinturón de paz, sino estructuras metálicas para blindar paredes y vidrios. Justo en la esquina de 5 de Mayo y Eje Central Lázaro Cárdenas, policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina se toparon de frente con un contingente anarquista apostado cerca de la retaguardia de la marcha. Fue entonces que el bloque, con vestimentas negras y rostros cubiertos arrojó piedras a los policías y después petardos, acción que replicó en cada esquina de la calle 5 de Mayo, donde se encontraban pequeñas células de uniformados, quienes en un principio se compactaron tras sus toletes. Coreaban: "Muerte al Estado, que viva la anarquía" y "Perros guardianes del orden y la ley, asesinos a sueldo, abuso de poder". La acción fue repelida poco antes de arribar a la Plancha del Zócalo, donde se desarrollaba el mitin de cierre de la protesta. A la altura de la calle Palma, los policías cerraron formación para encapsular al contingente anarquista y les arrojaron gas lacrimógeno. Después de unos 20 minutos de gritos y jaloneos, la violencia cesó. En entrevista con Notimex, Ana, anarquista de 25 años que este 2 de octubre marchó con el rostro cubierto, señaló que no es nuevo el discurso oficial para criminalizar a los grupos más contestatarios. Es algo histórico, el poder siempre ha buscado criminalizar y reprimir a los movimientos más contestatarios, a los jóvenes más radicales; es algo inherente a la lucha de clases", opinó. Consultada sobre el objetivo de sus formas de protesta, tales como romper vidrios, arrojar piedras, rayar paredes, arremeter contra policías, comentó que es "para romper la paz de mentiras que nos quieren imponer de que aparentemente todo está bien cuando en realidad estamos en un abismo de miseria, desigualdad y violencia". Y agregó que "se hacen para alterar el orden: que la gente vea que hay mucho enojo, mucho fastidio, mucha frustración". Aunque el gobierno capitalino y el mismo Comité 68, organizador de la marcha, llamó a los manifestantes a no cubrirse el rostro durante la caminata conmemorativa, cientos de jóvenes hicieron caso omiso. En varios contingentes, sobre todo de estudiantes de nivel bachillerato, sobresalían hombres y mujeres con todo tipo de coberturas en la cara: desde coloridos paliacates hasta trapos negros que apenas dejaban entrever las comisuras de los ojos. En su opinión, marchar con el rostro cubierto permite a anarquistas y no anarquistas proteger su identidad ante el aparato de espionaje oficial que existe contra los grupos disidentes y particularmente contra los más radicales. Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que un grupo de alrededor de 100 personas encapuchadas se mezcló entre los contingentes, lanzó petardos y rompió vidrios con el objetivo de “provocar un escenario de represión en donde los elementos de la Policía de la Ciudad de México utilizaran la fuerza de forma generalizada contra los asistentes”, pero festejó que eso no ocurrió. Recuento de los daños El Gobierno de la Ciudad de México informó que el saldo fue de 14 lesionados, la mayoría policías, así como tres detenidos que luego fueron liberados, y algunos daños materiales, entre ellos vidrios rotos de inmuebles. En un comunicado, aseguró que la mayoría de los asistentes se manifestaron de forma pacífica, y solo un grupo de unas 100 personas encapuchadas lanzaron petardos y rompieron vidrios en algunos puntos del recorrido. "El objetivo de esos grupos era provocar un escenario de represión en donde los elementos de la policía de la Ciudad de México utilizaran la fuerza de forma generalizada contra los asistentes, lo cual no ocurrió", indicó. Destacó que el llamado "Cinturón de Paz", en el que participaron 12 mil servidores públicos, permitió acompañar exitosamente la marcha y contener la violencia, agresiones o provocaciones, por lo que expresó su reconocimiento y agradecimiento. La mayoría de los heridos fueron de levedad y tres que ameritaron traslado al hospital, recalcó. Refirió que el Cinturón de Paz estuvo acompañado por 25 personas de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y 15 observadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para detectar riesgos y hacer labores de mediación. La Secretaría de Seguridad Ciudadana dispuso casi dos mil 500 elementos policiacos y se protegieron negocios, templos y áreas de patrimonio histórico de la capital, en atención a la solicitud planteada por los responsables de los inmuebles, indicó. La administración capitalina señaló que al terminar la marcha, 250 empleados del cuerpo de limpia realizaron el barrido y trabajos de eliminación de grafiti del mobiliario urbano. Señaló que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México realiza labores de inteligencia que dan continuidad a las denuncias de las manifestaciones anteriores. Con información de Notimex y El Universal.