#Exclusiva | Arturo Estrada, "el frido" michoacano que usa la pintura como "arma política"

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Foto: Víctor Ramírez. El pintor Arturo Estrada recibirá este jueves el Premio de las Artes, "Eréndira", por su enorme aportación cultural.

Jorge Manzo/La Voz de Michoacán

En julio de 1925, Panindícuaro, “lugar de ofrendas”, no sólo vio nacer a Arturo Estrada Hernández, sino que también ofrendó al mundo cultural al heredero genuino de la escuela mexicana de pintura, a quien también se le cataloga un baluarte vivo. Aquel pueblito, enclavado entre paisajes naturales, fue donde se inspiró para plasmar sus primeros trazos, quien más tarde sería discípulo de los más grandes del arte nacional: los maestros Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Frida Kahlo.

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Arturo Estrada nunca tuvo limitaciones, por el contrario. Vivió en un hogar con padres muy informados, que, en vez de reprenderlo por hacer sus primeros dibujos, le dieron las herramientas para desarrollar sus habilidades, lo estimularon, le enseñaron el orden y de inmediato, al terminar la primaria, lo apoyaron para que emigrara a la Ciudad de México, la gran capital en donde finalmente encontraría su verdadero destino: la histórica Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”.

Foto: La Escuela Nacional de Pintura y Grabado fue en donde pulió sus estudios Arturo Estrada.

Ahí sus grandes maestros ayudaron a pulir los conocimientos de Arturo Estrada, por lo que rápidamente se fue consolidando. La principal enseñanza fue que tenía que pintar el momento social que le tocó vivir, por lo que desde entonces utilizó el arte como un arma política para señalar los errores de los gobernantes. Los políticos siempre llegan prometiendo grandes cambios, pero sólo se enriquecen, dijo el maestro Estrada durante la charla exclusiva que ofreció a La Voz de Michoacán.

Pocas veces en su tierra se le había reconocido por sus aportaciones, la más reciente fue el Centro Cultural Clavijero en donde le abrieron sus puertas para montar una de las exposiciones más exitosas de las últimas temporadas, y hoy, el Gobierno del Estado le entregará el Premio de las Artes “Eréndira”. Aunque él confiesa no sentirse profeta en su tierra, el mundo entero ha reconocido su técnica y esa trayectoria que ha estado marcada por lo que le enseñaron los más grandes artistas de la época.

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El maestro Arturo Estrada siente que la suerte estuvo de su lado al nacer en Panindícuaro, en donde aprendió a reconocer la estética, su tierra natal era un espacio lleno de colores y paisajes extraordinarios, un ambiente saludable, de aire puro, que le hizo despertar esa inquietud de plasmar lo que él vivía. A él le gustaba el futbol, pero no era como sus hermanos que su tiempo libre lo utilizaba sólo para jugar, sino que él de pronto se iba a hacer sus primeros trazos, hasta que un hermano de su padre lo descubrió y desde ahí nació la idea de estudiar en “algo más profesional”.

Foto tomada de Internet. Frida Kahlo instauró una corriente del pensamiento, tras su trabajo en la Escuela Nacional de Pintura.

Todo eso ha abonado para que él disfrute de lo que la vida le prodigio. Él siempre fue sobresaliente, pero su técnica era sólo pintar bonitos paisajes, hasta que la nueva corriente del arte, influenciada por tendencias extranjeras, descubrió a la pintura y al grabado como la manera de denunciar y de retratar lo que México vivía en esos momentos. Lamentablemente no son obras tan comerciales. Después cobra auge el muralismo, que siempre buscó hacer públicas todas esas corrientes del pensamiento.

Ese México que vivió en su auge como pintor no ha mejorado a lo que en estos momentos se respira en las calles, pues prevalece la miseria y la desigualdad. Hay descontento, hay una Constitución que no se cumple y todo eso se debe encausar, confesó el maestro Estrada. Si hoy tuviera al frente un caballete, pintaría a ese México: Hay cosas que se debieron atender hace años, y que hoy siguen siendo una asignatura pendiente.

Hay museos que resguardan obras del maestro Arturo Estrada. Él ha producido tantas pinturas y murales que no tiene una cantidad del acervo que está distribuido en el mundo. En Michoacán está una de sus creaciones en el mosaico de piedra exterior de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. En su tierra natal está un mural en la biblioteca pública que lleva su nombre, mientras que también hay obras en Angangueo y Nocupétaro.

Arturo Estrada, tesoro vivo de la pintura michoacana.

Estrada, considerado uno de los “Fridos”, ha expuesto en las principales ciudades del país, así como en Alemania, Rusia, China, Polonia, Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria, Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, y muchas otras nacionalidades. Su obra no tiene límites ni conoce fronteras, sin embargo, recorrer todos esos espacios fue gracias a la perseverancia y tenacidad que le he fue imprimiendo a su carrera. No ha sido fácil y así lo ha reconocido, pero hoy es parte de la historia cultural que palpita en México.