AP / La Voz de Michoacán Oslo. El primer ministro etíope Abiy Ahmed Ali fue galardonado el viernes con el premio Nobel de la Paz de 2019 en reconocimiento a sus esfuerzos para poner fin al añejo conflicto fronterizo de su país con Eritrea. El Instituto Nobel noruego también elogió las “importantes reformas” que Abiy, líder de Etiopía desde abril de 2018, ha implementado en su país. La presidenta Berit Reiss-Andersen dijo que algunas personas podrían pensar que es demasiado pronto para darle el premio, pero “es ahora que los esfuerzos de Abiy Ahmed necesitan ser reconocidos y merecen ser alentados”. “Estamos orgullosos como nación!!!”, tuiteó la oficina de Abiy. El director del Instituto Nobel Institute, Olav Njoelstad, dijo que habló por teléfono con Abiy, quien “demostró gran humildad y estaba profundamente emocionado”. El presidente de Egipto, Abdel Fattah El-Sissi, dijo que el premio es “una nueva victoria para nuestro continente negro, que siempre aspira a la paz y busca la estabilidad y el desarrollo”. Egipto mantiene una disputa con Etiopía por la distribución de las aguas del Nilo. Abiy, de 43 años, asumió el puesto después de que protestas generalizadas ejercieron presión sobre la coalición gobernante y afectaron una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. Rápidamente el líder más joven de África anunció reformas drásticas y con ello empezó la “Abiymanía”. En una medida que generó sorpresa en la región del Cuerno de África, turbulenta desde hace tiempo, dijo que Etiopía aceptaría un acuerdo de paz con Eritrea, lo que puso fin a uno de los conflictos más añejos en el continente. En cuestión de semanas, el líder de Eritrea vistió Adis Abeba visiblemente conmovido y se reanudaron las comunicaciones y los transportes entre ambos países. Por primera vez en dos décadas la gente pudo reunirse, y las familias divididas sostuvieron emotivos encuentros. Tras la mejoría en las relaciones bilaterales las Naciones Unidas retiraron sus sanciones a Eritrea, uno de los países más aislados del mundo. Sin embargo, el hecho de que Etiopía haya aplicado reformas parece no haber inspirado a Eritrea a hacer lo mismo, y cerró los puestos fronterizos con su vecino.