Marginación que viven pueblos originarios, una gran deuda histórica

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Foto: Internet. La condición de marginación de los pueblos originarios persiste y es una de las grandes deudas históricas con los mismos.

Juan Bustos/La Voz de Michoacán

 

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Morelia, Michoacán. La condición de marginación de los pueblos originarios persiste y es una de las grandes deudas históricas con los mismos. Son 500 años de resistencia en todos los ámbitos, lo que ha permitido conservar formas de organización y culturales que hoy son una alternativa frente a los grandes problemas de las sociedades desarrolladas, como son los medioambientales.

Hoy resulta anacrónico llamarle Día de la Raza al 12 de octubre y que se considere una celebración, los especialistas consultados por La Voz de Michoacán señalan que es una conmemoración de un encuentro de dos culturas, pero que esto no implica que no fuese violento el encuentro.

Fue en 1492 en que el navegante genovés, Cristóbal Colon, al servicio de la Corona española, desembarcó en octubre de ese año en una de las islas de Las Antillas, y sería hasta abril de 1519 en que Hernán Cortés desembarcó en lo que hoy conocemos como Veracruz y comenzaría la guerra de conquista contra el Imperio mexica con pueblos indígenas aliados.

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Ignacio Silva Cruz, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, expuso que frente a este día es importante resiginificar ciertos conceptos y elementos, “para nada podemos señalar un descubrimiento, eso es como señalar que no hubo cultura aquí, que no hubo pensamiento, literatura y cosmovisión”.

El especialista en cultura náhuatl dijo que el tema central corresponde a un encuentro de dos culturas, como señalara Miguel León Portilla, “como él señalaba, el encuentro no implicaba que no fuera violento, tuvo situaciones en este sentido, pero en otras, fue pacífico”.

Detalló que el encuentro no fue recibido de manera pasiva, sino que los grupos indígenas desarrollaron una visión a partir de su cultura y la experiencia del encuentro, pero de igual forma, para la cultura europea también existió un cambio en sus visiones sobre el otro.

En el caso de los pueblos indígenas, desarrollan una forma de pensamiento distinto a la tradición europea, la forma original americana; por ejemplo, la religión es una forma distinta se entre mezcla la tradición europea y de las culturas americanas”, dijo.

El investigador dijo que el término adecuado este 12 de octubre es la conmemoración, que es traer a la memoria, para el análisis y reflexión de este procesos histórico, que fue el encuentro de dos culturas, “sobre todo respecto a las culturas indígenas, sobre su papel de los 300 años de dominación y los 200 años de independencia”.

El académico de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM explicó que habría que resinificar a los indígenas ya que han sido olvidados de la historia, cuando han participado en todos los procesos armados del país, pero aún sus demandas específicas no han sido satisfechas, “tradicionalmente son considerados pueblos atrasados y de gente pobre, pero precisamente es por la marginación”.

Dijo que es importante que se deje de sentir vergüenza por los pueblos originarios en un país que continúa siendo racista, “en México se continúa halagando a los vestigios de las culturas americanas, Teotihuacán, Paquimé, Monte Albán y Bonampak, pero se discrimina a sus herederos”.

Explicó que es necesario voltear hacia los grupos indígenas, pues tienen mucho que enseñar no sólo por su pasado glorioso, sino por tener un presente valioso, ya que son los grupos indígenas los que han preservado sus lenguas y sus formas de organización.

Por su parte, Amaruc Lucas Hernández, coordinador del Centro Nicolaita de Estudios de los Pueblos Originarios, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, coincidió en que no debe ser una celebración este 12 de octubre, en cambio se conmemora la resistencia de los pueblos originarios.

A pesar de que han tenido en contra todo, en 500 años los pueblos indígenas han resistido en preservar sus formas de organizarse, por ello debe respetarse por parte del Estado sus decisiones y el respeto a sus usos y costumbres”, dijo.

Explicó que ejemplo de estas formas de organización se ha demostrado en la entidad como es el caso de Cherán, que reclamó su autonomía, de igual forma una serie de comunidades que reclaman el uso de recursos presupuestales.

Santa Fe, Pichátaro, Sevina, Comachuén, han planteado este tema; es una resistencia, pero también en el sureste está la resistencia al Tren Maya que propone el presidente”, dijo.

Indicó que de igual forma es necesario resarcir la deuda histórica con los pueblos originarios en términos de que “se habla de indemnizar a los pueblos por todo lo que padecieron y que los sometido a la marginación”.

Explicó que esta indemnización no tiene ser en dinero como tal, sino que los países europeos que se beneficiaron con el dominio colonial establecieran convenios en temas de desarrollo y educación, “pueden entregarse becas para estudiantes indígenas, que puedan acudir a formarse en esos países, lo que es importante como parte de un diálogo cultural, es importante el rescate de nuestras lenguas pero también el aprendizaje de otras”.

Detalló que de igual forma a nivel local y de las políticas públicas debe existir la dignificación de hablantes, “muchos de ellos no tienen acceso a la salud de manera adecuada porque no cuentan con un traductor”.

Asimismo, subrayó que frente a un contexto de inseguridad también se tienen que reconocer sus formas de organizarse para defender a sus comunidades en la idea de defender sus tierras comunales.

En el tema educativo, resaltó la necesidad de tutores interculturales para atender la problemática que arrastran muchas veces los jóvenes para poder regularizarse, y que es una acción que desde las instituciones de educación debe tomarse en cuenta.

 

Válido el reclamo, no es victimismo

 

Los dos investigadores coincidieron en que aún existen corrientes de pensamiento que cada vez que hay planteamientos de las comunidades de que la justicia social no los ha alcanzado, los acusan de victimismo, lo cual es un planteamiento falaz en términos de que basta ver las estadísticas de que la marginación y la discriminación se acentúan en las comunidades indígenas.

Ignacio Silva manifestó que si a las personas no se les hace caso hablando, lo tienen que hacer gritando, como ha sido el caso de los pueblos originarios con las afectaciones en diferentes aspectos, desde la apropiación de la tierra por transnacionales hasta los efectos de políticas públicas que no impulsan el desarrollo.

Lucas Hernández indicó que, en efecto, existen discursos que intentan minimizar las causas del atraso y la marginación de los pueblos originarios, “incluso en la academia los temas relacionados con los pueblos indígenas apenas son abordados”.

Ignacio Silva Cruz expuso que frente los problemas que se padecen actualmente en términos del medioambiente, el vínculo con la naturaleza de los pueblos originarios es vital ante la crisis que se vive, pero sobre todo del humanismo forjado desde el pensamiento indígena.

 

España sí debe perder perdón

 

Para el especialista de la UNAM, la petición de perdón que hace unos meses se diera a conocer era dirigida a España por la Conquista del país de 1521, y es válida en términos que no implica un paso por la reconciliación, ante lo que sucedió como el genocidio que se cometió contra los pueblos originarios.

Amaru Lucas coincidió que si bien es necesaria una disculpa, no basta, y reiteró que es necesario que los países involucrados establezcan convenios de cooperación para ayudar a los pueblos originarios para su desarrollo y dignificación, de lo contrario no tiene sentido sólo una disculpa.

Reiteraron que los desafíos que tienen los pueblos originarios para el reconcomiendo son amplios, pero ellos han sabido resistir 500 años, “a pesar de la marginación, de políticas de castellanización y el constante bombardeo cultural, se ha resistido”.