Arturo Molina/ La Voz de Michoacán Angangueo. Pese a los esfuerzos de los tres niveles de gobierno para reducir las condiciones de riesgo por derrumbes, el 30 por ciento de los barrios de Angangueo siguen en peligro de ser enterrados nuevamente por los cerros aledaños. El arraigo de la población de esta municipalidad con sus tierras y sus posiciones materiales ha encendido de nueva cuenta los focos rojos. Y es que a decir de las autoridades estatales son 7 de 22 barrios con los que cuenta ésta población de poco más de 14 mil habitantes, son los que continúan en situación de riesgo por el posible desgaje de los cerros. El Barrio Sustentable, proyecto federal para reubicar a la población afectada y alejarla del peligro de los derrumbes, no ha cumplido con su principal objetivo de erradicar a la población de zonas inseguras a 8 años de la tragedia del 4 de febrero del 2010; incluso, no todos los afectados alcanzaron una vivienda en este desarrollo habitacional ubicado a menos de un kilómetro del pueblo. Pedro Carlos Mandujano, coordinador de Protección Civil de Michoacán aseguró que la población en riesgo se encuentra en esa zona por decisión propia. En casi todos los casos a los habitantes se les ha dado a conocer el riesgo de permanecer en sus casas, lo anterior con presencia de notario público y ministerios públicos. El funcionario estatal dio a conocer que derivado de lo anterior se han establecido rigurosos mecanismos de protección civil, rutas de evacuación y planes ante cualquier contingencia derivada por las fallas geológicas de la zona. Son 7 u 8 barrios que presentan riesgo, de 22. Se elaboró el atlas de riesgo en ese momento, un programa de los semáforos que se implementaron con banderas rojas, amarillas y verdes y se capacitó a la gente de los barrios para que sepan que hacer a donde acudir, donde están las rutas de evacuación, se trabajó con taxistas para que en caso de una emergencia movieran a la gente forma gratuita a los albergues. Tienen todo un programa con protocolos de actuación se hacen simulacros periódicamente. La autoridad civil esta debidamente informada”, explicó el funcionario. El barrio de San Pedro y el Sauz, los más densamente poblados son los que mayores afectaciones presentaron hace casi una década. A los pocos años de la tragedia de aquel febrero del 2010, el gobierno federal construyó el Barrio Sustentable, desarrollo habitacional de 472 viviendas que fueron repartidas a la mayoría de los afectados, no obstante, a decir de las propias autoridades de los municipios muchos de los beneficiarios heredaron las casas y se regresaron a reconstruir sus antiguas viviendas en la zona que ha sido catalogada como zona de alto riesgo. Incluso, por algún tiempo viviendas que no habían sido concluidas fueron invadidas por personas ajenas a la comunidad; las cuales por medio del apoyo con el gobierno del estado pudieron ser recuperadas y otorgadas a las víctimas del desastre. Desde el momento en que se llega al pueblo de Anganagueo, es notorio apreciar las casas enclavadas en los cerros, apenas soportadas por algunos pilares y en muchos casos con profundas excavaciones al interior del suelo para generar una superficie plana; todas ellas corren peligro. Pedro Carlos Mandujano explicó para esta casa editorial el riesgo latente en el que se encuentran miles de personas por no acatar las indicaciones de las autoridades de protección civil.