Notimex / La Voz de Michoacán México. El alcalde de Uruapan, Víctor Manuel Manríquez, solicitó al Congreso de la Unión que no se recorte el presupuesto para reforzar la seguridad en ese municipio, pues se perfila una reducción de 50 por ciento de los recursos del Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg). Entrevistado luego de anunciar que del 25 de octubre al 1 de noviembre se llevará a cabo ahí el Festival de Velas para conmemorar el Día de Muertos, Manríquez González subrayó que en Michoacán, como en todo el país, se vive una situación complicada en materia de seguridad pública. Por ello, dijo, es fundamental que el legislativo reconsidere no recortar los recursos para el Fortaseg, pues en el caso de Uruapan ese mecanismo ha fortalecido la política municipal luego de que cuando empezó su gestión recibió al municipio sin ningún elemento policiaco ni de tránsito. Tras destacar la necesidad de trabajar juntos los tres niveles de gobierno, detalló que gracias a ese programa ya se cuenta con casi 400 elementos en esa parte del país lo que, dijo, ha costado mucho trabajo por los procedimientos que se aplican para su evaluación y formación, que se pagan con esos recursos. “Para tener esos 400 elementos hemos evaluado a más de mil 500 ciudadanos de los que solo pasan 30 por ciento y los exámenes de control de confianza cuestan alrededor de 10 mil pesos. "Tiene que darse un curso de capacitación inicial que cuesta de 25 mil a 40 mil pesos, comprar armamento, patrullas y si sufrimos un recorte presupuestal para el tema del Fortaseg, vamos a tener complicaciones en el municipio”, argumentó. Antes, en rueda de prensa con Casimiro Méndez, senador michoacano por Morena, Víctor Manuel Manríquez indicó, no obstante, que está garantizada la seguridad de quienes acudan al Festival de Velas, pues se montará un operativo especial con apoyo de elementos de la Guardia Nacional y la policía local. De acuerdo con el alcalde, se espera una derrama económica de casi 90 millones de pesos, a unas 150 mil personas tan solo el 1 de noviembre y una ocupación hotelera de ciento por ciento durante la tradicional actividad en Uruapan donde, señaló, "la muerte se vive de manera emblemática y mística y, sobre todo, con mucha solemnidad".