El Universal/La Voz de Michoacán México. Cuando estás enamorada de alguien, es difícil ver su su personalidad, principalmente porque estás muy ocupada enamorándote. Esos primeros días de enamoramiento son lindos… y definitivamente deberías disfrutarlos. Pero eso no quiere decir que todo lo demás deba pasar desapercibido, pues desde ahorita podrías saber si están destinados a estar juntos… o no. Aunque todos tenemos la oportunidad de crecer y cambiar, algunas cualidades permanecen de por vida. Así que debes tomarlas en cuenta si predominan incluso en la etapa de la luna de miel. Tiene buenos hábitos financieros Hacerse cargo de las finanzas puede ser difícil, pero aún así tu pareja debería ser financieramente responsable… o al menos debería hacer el intento. Aunque será difícil conocer su vida financiera a principios de la relación, puedes darte una idea de sus valores a través de la plática y su conducta. Al elegir a una pareja, es importante que estés con alguien que se relaje, pero que también se apegue a sus creencias. Todos tenemos esos momentos donde necesitamos fingir algo que no sentimos, pero tu pareja no debería sentir esa necesidad al estar a tu lado. No debería haber una diferencia fundamental entre lo que siente tu pareja al estar contigo… y cuando está solo. Está dispuesto a ser vulnerables La vulnerabilidad es importante. Tu pareja debería estar listo para abrirse, ser honesto y platicar contigo sobre cosas profundas e importantes. Ninguna persona es invulnerable, ninguna persona vive sin miedos, preocupaciones e incertidumbre. Si tu pareja es lo suficientemente maduro, será capaz de compartir esto contigo. Sí, es importante tener una buena vida sexual y querer satisfacer las necesidades del otro. Pero cuando hablo de intimidad, hablo de algo más allá del sexo. Me refiero a la pareja que sea capaz de expresar sus sentimientos de amor abiertamente en múltiples formas. La persona que pueda manejar tus deseos, miedos, preocupaciones y sueños en una manera sexual y no sexual. Es súper flexible La vida es dura, así que ambos cambiarán a lo largo de la relación. Una pareja que está dispuesta a cambiar de dirección, dejarse llegar, manejar cambios en sus horarios, planes y expectativas… es ideal. Las parejas que sólo pueden funcionar en situaciones predecibles no sabrán cómo lidiar con los momentos difíciles.