Andrea, apasionada por el modelaje

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Foto: Adrián Bucio. Cursa la carrera de Nutrición en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Adrián Bucio / La Voz de Michoacán

 

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Morelia, Michoacán. La luz del sol se adueña del vestido de Andrea. Se sube a él, como si escalara por la prenda, adhiriéndose a los hilos amarillos y a las flores cosidas que lleva en la parte superior. Ella lo modela como si hubiera nacido con él. Ese es su secreto: desde que era niña le gustaba modelar. “Cuando era pequeña, me encantaba jugar con mi prima a ‘la pasarela’; ella me escogía la ropa y yo desfilaba con todos esos atuendos puestos. Es algo que siempre me ha llamado la atención”, admite.

Andrea García es una joven de 18 años nacida en Morelia, Michoacán. Es una mujer de estatura alta, cabello oscuro, lacio y largo, tez morena, complexión delgada y ojos cafés. Actualmente cursa la carrera de Nutrición en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y es modelo profesional egresada de la escuela Innardi.

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¿Cómo fue la infancia de Andrea?

Yo tengo un recuerdo muy agradable de mi infancia. La mitad de ella la viví en Celaya y la otra parte en Morelia. Había veces que me tocaba ir al trabajo de mi papá, pero sin duda, lo mejor era cuando iba con mi prima a jugar. Ella es como mi hermana. Desde pequeñas nos hemos llevado muy bien.

¿A qué jugaban?

Yo llegaba al cuarto de mi prima y me probaba toda su ropa. Jugábamos a que yo era modelo y ella la diseñadora. Entonces ella tomaba algunas prendas y escogía qué atuendos se iban a modelar. Luego yo salía y me paseaba con ellos; posaba, como si realmente fuera un evento de modas.

¿Cómo eras de pequeña?

Yo era muy tranquila. Siempre fui muy aplicada en todas mis materias, excepto en química. Es muy curioso porque ahora estudio nutrición y es una materia que va muy de la mano. Pero en general era una niña de nueves. Era muy raro cuando hacía travesuras. Aunque cabe remarcar que eso era de pequeña; ahora creo que soy un poco más inquieta de lo que era antes.

¿Cómo describes tu adolescencia?

Fue muy social. Me acuerdo mucho de todas las amistades que tenía. Se puede decir que soy muy amiguera, desde siempre me ha gustado relacionarme con las personas y tratar con ellas. En el último grado de preparatoria, por ejemplo, me tocó estar en el grupo de mi prima y considero que fue de los mejores años.

¿Cómo llegó el modelaje a tu vida?

Yo pienso que mi gusto por el modelaje siempre estuvo ahí, acompañándome desde chica. Yo soñaba con estar en una pasarela profesional. Inclusive hubo un año que, a los famosos Reyes Magos, les pedí unos taconcitos de plástico para ponérmelos y andar con ellos. En otra ocasión, fui a “La Ciudad de los Niños” y me puse a modelar en un teatro que había allí. Entonces, se puede decir que el modelaje llegó a mi vida desde que era niña.

¿A qué edad entraste a Innardi?

Entré a los 16 años. Yo me quería meter a una escuela de modelaje; ese era mi mayor deseo. Al principio, me costó mucho trabajo convencer a mis papás. Sin embargo, luego de hablar con ellos, decidimos que Innardi era una buena opción. La verdad me sirvió mucho para llegar a ser la modelo profesional que ahora soy.

Durante tus estudios de modelo, ¿qué fue lo que aprendiste?

Aprendí muchas cosas nuevas. Yo ya había participado en algunas pasarelas, pero no sabía varios conceptos que ten enseñan en la carrera. Aprendí, por ejemplo, a corregir la postura al caminar, la caída de los brazos y la rapidez. No es nada más desfilar y ya. Tienes que tener mucha seguridad en la mirada y saber gesticular el rostro de manera adecuada. También depende del tipo de prenda que uno vaya a modelar.

¿Qué te gusta más, una pasarela o una sesión de fotos?

Lo que más me gusta es participar en una pasarela. Cuando estoy en una, tengo una sensación difícil de describir. Antes de salir, te llegan los nervios por todos lados. “No quiero salir”, piensas. Es como si el miedo de cometer errores se apoderara de ti. Luego, cuando desfilas por primera vez, empiezas a ver a la gente, a tu familia entre el público, y cuando ves que lo haces bien, entonces la confianza entra en ti. Es una adrenalina constante porque si pierdes un tiempo, toda la música se desajusta y todo se desordena. Luego regresas, meditas y dices “sí pude”. Entonces lo único que se te viene a la mente es “ya quiero volver a salir”.

¿Por qué elegiste estudiar Nutrición?

De alguna manera, en esta carrera encontré ciertas relaciones con el modelaje. Lo veo de esta forma: para una modelo es muy importante llevar cierto tipo de dietas para cuidar el cuerpo y lucir bien. Además del factor saludable, en la nutrición se encuentran muchos elementos que ayudan a la piel y a saber cómo mantenerte en buen estado. Por eso elegí esta opción.

¿Cuáles son tus metas?

Pienso dedicarle más tiempo al modelaje. Me gustaría participar en certámenes de belleza y representar a México en estas competencias. Un sueño que tengo es el de ser un Ángel de Victoria’s Secret. Quiero terminar mi carrera y, en un futuro, formar una familia.

¿Cómo te describes a ti misma?

Soy una mujer que siempre he sabido lo que quiero; tengo firmeza en mis decisiones. Me describo como una persona risueña y sensible. Además, considero que soy alguien fuerte y que puedo contra todos los obstáculos. Soy muy amiguera y sociable y me gusta conocer a las personas.