AP/La Voz de Michoacán Bagdad. Decenas de manifestantes iraquíes atacaron el domingo el consulado iraní en la ciudad sagrada chií de Karbala, escalando las barricadas de concreto que rodean el edificio y sustituyendo la bandera de Irán con una de Irak, según versiones de testigos. Las fuerzas de seguridad realizaron disparos al aire para dispersar a los manifestantes, los cuales arrojaron piedras y quemaron neumáticos alrededor del edificio ubicado en una esquina de Karbala, al sur de Bagdad. No se reportaron de inmediato víctimas en el incidente, que ocurrió en medio de una serie de protestas en la capital y en provincias de mayoría chií en el sur del país. Los testigos hablaron con The Associated Press a condición de mantener el anonimato debido a preocupaciones de seguridad. Los manifestantes protestan contra el sistema político de la posguerra y una serie de líderes de élite a los que los iraquíes acusan de dilapidar la riqueza del país mientras éste empobrece cada vez más. Pero los inconformes también han enfocado su furia en el vecino Irán y las poderosas milicias chiíes iraquíes vinculadas con él. Con frecuencia, las protestas en Karbala, Bagdad y otras ciudades del sur de Irán se han tornado violentas, con disparos de las fuerzas de seguridad y manifestantes prendiendo fuego a edificios de gobierno y cuarteles de las milicias respaldadas por Irán. Más de 250 personas han sido asesinadas en las confrontaciones en lo que va del mes. Las protestas han aumentado de tamaño y ahora los manifestantes exigen cambios radicales, y no sólo la renuncia de los gobernantes. Decenas de miles de manifestantes se han reunido en la Plaza Tahrir del centro de Bagdad y en todo el sur del país en los últimos días para exigir una transformación en el sistema político establecido tras la invasión que encabezó Estados Unidos en 2003. Los inconformes también han tomado una enorme torre dentro de la plaza, la cual fue abandonada luego de sufrir daños durante la guerra. Miles de estudiantes se han ausentado de clases para participar en las protestas, en las que culpan a la elite política de las elevadas tasas de corrupción y desempleo, al igual que de la mala calidad de los servicios públicos.