El Universal/La Voz de Michoacán Ciudad de México. La empresa de origen estadounidense Motorola hizo esta semana la presentación global de su primer teléfono con pantalla flexible, el Moto Razr, que fue diseñado para doblarse y guardarse en el bolsillo, a diferencia de sus competidores, que tienen un concepto distinto (al entregar una pequeña tableta al consumidor). El Motorola Razr llegará a México en enero del 2020. A nivel global tendrá un precio de mil 500 dólares y, se espera que a nuestro país llegue en costos por debajo de los 30 mil pesos. Si conociste el Razr V3 de Motorola, tienes ya una buena idea de cómo luce esta nueva versión, pues mantiene incluso el mismo grosor; tiene una pantalla táctil exterior de 2.7 pulgadas, y al abrirse pone a disposición del usuario la pantalla principal OLED de 6.2 pulgadas con relación de aspecto 21:9. La parte inferior alberga las antenas, el lector de huellas dactilares, el procesador y proporciona el espacio sobre el que descansará el borde de la pantalla para que no sobresalga ninguna parte del teléfono. Los equipos de innovación de Moto y Lenovo (empresa china propietaria de Motorola), llevan varios años en la investigación y desarrollo de este modelo. Al tiempo que trabajaban en pantallas flexibles, hacían también encuestas con usuarios para lograr entender qué buscan estos en cuanto a formas, tamaños y maneras de uso. En total, fueron 26 diferentes diseños los que presentaron a sus usuarios encuestados antes de decidir por esta opción. Los ejecutivos de Motorola encargados del diseño del Razr indicaron que lo liberaron hasta que decidieron que estaba listo, y confían en que es lo suficientemente robusto y resistente como para durar más de dos años en las manos del consumidor. El dispositivo está sellado de manera que aguanta salpicaduras de agua y fue expuesto a las pruebas estándares de resistencia y golpes, además de nuevas pruebas para perfeccionar la bisagra. Esta bisagra, que tiene un mecanismo de acero, cuenta con dos placas que le dan balance y soporte a cada mitad de la pantalla flexible (cuando está desplegada), para que sea muy firme al tacto. La pantalla flexible de este dispositivo fue posible gracias a los años de experiencia de Motorola al desarrollar productos como el Moto Z Force presentado hace alrededor de tres años y que incluía la tecnología llamada ShatterShield que hacía que las pantallas no se astillaran ni rompieran. Ahora, la evolución de esos desarrollos de polímeros y plásticos, junto con nuevas innovaciones de materiales flexibles y, sobre todo, en displays de diodos orgánicos emisores de luz (OLED), hacen posible un dispositivo con pantalla duradera. En cuanto a las especificaciones, estamos ante un teléfono premium. El diseño y el espacio requirieron sacrificios en el tamaño de la batería, la plataforma de procesamiento y las cámaras, pero eso no quiere decir que el Razr no sea un smartphone capaz: tiene un procesador Qualcomm de la serie 700 de Snapdragon, con funciones de Inteligencia Artificial que aprovecha la cámara principal de 16 megapixeles con apertura f/1.7 y Night Vision, que acompaña la cámara de selfies de 5 megapixeles. Cuenta con 6 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento. Su batería es de 2510 miliamperios (mAh) con carga rápida Turbo Power de 15 watts.
La Voz de Michoacán
