Ventas en Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil se reducen más del 40%

Alicia Espinosa de los Monteros, encargada del Comité de libros infantiles y juveniles de Caniem, dijo que aunque siempre hay editores que venden mucho más que otros, en esta edición unos vendieron menos de 40% respecto a 2018.

Foto: Especial.

El Universal/La Voz de Michoacán

Ciudad de México. Un vacío de profesionales del libro infantil y juvenil, reducción de ventas por más de 40% respecto al año pasado, aunque algunos editores vendieron 10% más —lo que no representa un logro— y con menos visitantes pues los organizadores adelantaron haber logrado 250 mil o 300 mil visitantes, concluyó la 39 Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil.

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El encuentro librero que inició el pasado 8 de noviembre y concluyó la noche del pasado lunes en el Centro Nacional de las Artes —a donde volvió tras tres años de realizarse en Parque Bicentenario—, no representa la gran feria que esperaban los editores agremiados en la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) a pesar de que el costo por metro cuadrado fue 12% superior al del año pasado en Parque Bicentenario.

Alicia Espinosa de los Monteros, encargada del Comité de libros infantiles y juveniles de Caniem, dijo que aunque siempre hay editores que venden mucho más que otros, en esta edición unos vendieron menos de 40% respecto a 2018, y otros 10% más, pero que eso, contrario a lo que se crea, no es una cifra para celebrar.

"Siempre hay unos a los que les va mejor que a otros, pero sí creo que hasta ahorita hay una gran diferencia y creo que tiene que ver con varias cosas, que quizás el lugar que les tocó este año no fue el mejor o porque por ahí no circulaba la gente o no era muy visible, pero en general no hubo muchísima afluencia como en años anteriores y eso repercute en las ventas", señaló Espinosa de los Monteros.

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Contrario a los editores, los organizadores se manifestaron más que satisfechos. Paco Ignacio Taibo II, director general del Fondo de Cultura Económica, quien fue el encargado de clausurar la feria, aseguró que a pesar de "la prensa canalla" y de "los emisarios del pasado" que "cómo están friegue y friegue, esta feria que no se podía hacer se hizo en colores y en multitudes". Dijo que se gastó en la feria del año pasado una millonada y este año la hicieron con menos de la mitad de lo que la habían hecho en 2018 y no sólo eso, "sino que pudimos hacer dos ferias del libro: una en el DF y otra en Mérida". Entre las dos sedes, según los organizadores, hubo entre 250 mil y 300 mil visitantes, Taibo II afirmó que incluso les alcanzó para apoyar la Feria del Zócalo, la del Libro de Oaxaca y la de Monterrey.

"Se dijo que no iban a venir autores, bueno los autores llegaron y de primerísima línea; que no iba a haber conferencias, las hubo; que no iba a haber incorporación de autores gráficos, y los hubo por decenas. He estado siguiendo día a día a través de fotos la recuperación de este lugar", señaló el funcionario anoche ante la inminente lluvia que ya comenzaba y que después amainó, a lo que expresó: "Pinche Tlalolc se achicó".

Luego de la clausura a la que también acudió Rafael Morcillo, director de la Feria de Mérida; y Marilina Barona, directora de Publicaciones de la Secretaría de Cultura, celebró la participación de la ciudadanía y dijo que será en los próximos días cuando hagan el recuento final de cifras de visitantes y ventas de los editores. Agregó que no hubo nada que lamentar, que la caída del arco de bienvenida fue el único detalle, pero que no pasó a mayores y que se debió a la fuerza del viento. Pero no dijo que el domingo llegaron los bomberos a apagar el fuego de un carrito de hamburguesas en la FILIJ.