El Universal/ La Voz de Michoacán Ciudad de México. El 24 de octubre de 1957, México lamentó la pérdida de uno de los artistas más representativos del siglo XX. Esa noche falleció Diego Rivera, el artista que junto con José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, cambió el ideario del Muralismo Mexicano con temas nacionalistas de la generación postrevolucionaria. Los días posteriores a su fallecimiento estuvieron repletos de condolencias de personalidades de la política y la cultura que se manifestaron para hablar de quien hasta nuestros días es uno de los máximos exponentes de la pintura. Su entrañable amigo Siqueiros, Gabriel Figueroa, Guadalupe Amor y el presidente Ruiz Cortines fueron algunas de las figuras que externaron la magnitud del daño que representó la muerte de Diego Rivera en la vida artística de México. Así cubrió EL UNIVERSAL la muerte de Diego Rivera. Murió anoche Diego Rivera Lunes 25 de noviembre de 1957 Por Enrique Fajardo O. Diego Rivera, el afamado muralista mexicano, falleció a las 23.30 horas de ayer. Una complicación producida por la flebitis y una trombosis, lo llevó a la tumba. Cuando expiró estaba cerca de su lecho su esposa, Emma Hurtado, con quien se casó poco antes de que iniciara su último viaje a la Unión Soviética. También lo acompañaba su hija Lupe, de 32 años. Murió en su domicilio y taller, ubicado en la Avenida de las Palmas 191, Colonia San Ángel Inn. Hasta los últimos momentos conservó su lucidez. Unos minutos antes de que la Parca segara ida, charlaba con su esposa y su hija. Respiraba con dificultad. Guardaba cama. Tenía, al morir, 71 años y medio de edad. Nació en Guanajuato. Su existencia fue muy agitada. Es considerado como uno de los más grandes muralistas que ha tenido México. Formaba, con José Clemente Orozco, ya fallecido, y David Alfaro Siqueiros --que esta madrugada ignoraba la noticia de la muerte-- el trío de los "grandes". Su esposa Emma Hurtado no había determinado a las 2 horas de hoy dónde velar el cadáver y cuándo y en qué lugar sepultarlo. "Queremos rendirle los honores que merece antes de sepultarlo", dijo a EL UNIVERSAL una persona allegada a su familia. La noticia del deceso se esparció, a pesar de la hora, con rapidez y causó conmoción en los medios artísticos. Diego Rivera Descansará en la Rotonda Martes 26 de noviembre de 1957 Hoy a las 11 horas será inhumado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, el cadáver de Diego Rivera, el discutido pintor fallecido la noche del domingo a las 23.10 horas, víctima de un síncope cardíaco. El cuerpo exánime del que fue una de las más grandes figuras del muralismo mexicano, se encuentra desde ayer expuesto en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, donde centenares de intelectuales, artistas y otras personalidades, han estado haciendo acto de presencia para rendirle el último tributo. La causa de la muerte del artista fue una flebitis complicada con trombosis, según el certificado médico. Diego se encontraba sumamente enfermo desde hace algunos meses, habiéndose visto en algunas ocasiones imposibilitado para trabajar, debido a la paralización transitoria que sufrió, como consecuencia de su padecimiento, en una mano y en una pierna. Sin embargo, en los últimos días se había repuesto un poco y se mostraba optimista. Murió en su estudio, rodeado de objetos de arte prehispánico, cuadros pintados por él mismo y una infinidad de piezas de arte popular a las que tan aficionado era. Le sobreviven su hermana María Rivera, sus hijas Ruth y Lupe Rivera, su esposa Emma Hurtado y cuatro nietos: Pablo y Diego y Ruth María de los Ángeles y Dora. Fue un trabajador infatigable. A pesar de la gravedad de su mal, continuaba pintando siempre que sus condiciones físicas se lo permitían. El último retrato que dejó a medias, fue el de su nieta Ruth María de los Ángeles. También trabajaba en otro cuatro que pensaba denominar "Sputnik" y que llevaría la figura de un niño soviético con un sputnik en una mano y en la otra una paloma de la paz. Desde ayer a temprana hora, tan pronto circuló la noticia del infausto suceso, comenzaron a congregarse en la casa del finado para expresar sus condolencias a la familia, muchos pintores, artistas, intelectuales y amigos del desaparecido. Este se encontraba tendido sobre el mismo lecho en que dejó de existir, vestido con un traje azul marino. Durante la mañana los escultores Federico Canesi e Ignacio Asúnsolo procedieron a tomar mascarillas del famoso pintor, iniciándose a continuación la tarea de embalsamar el cadáver para su traslado posterior al Palacio de Bellas Artes. Condolencia del Presidente El presidente de la República, don Adolfo Ruiz Cortines, llamó por teléfono, aproximadamente a las 9 horas para transmitir su profunda condolencia a los deudos. Entre las personas que visitaron la residencia del extinto pintor se encontraban el doctor Nabor Carrillo, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien expresó la irreparable pérdida que la cultura mexicana sufre con la desaparición de Diego Rivera. A las 17 horas fue depositado el ataúd en el Palacio de Bellas Artes, donde comenzó a congregarse una gran muchedumbre, que desde minutos antes esperaba la llegada del cortejo. Quedó el ataúd colocado en el centro de una de sus ex esposas, la pintora Frida Kahlo. Considera que el museo requería todavía dos años para quedar terminado. Relató que su padre, hace años había expresado su deseo de que su cadáver fuera incinerado y se depositaran sus cenizas en el Museo del Pedregal, que él mismo estaba construyendo para donarlo a México. Sin embargo, como éste no se encuentra aún terminado, los deudos consideran conveniente inhumarlo ahora en la Rotonda y tal vez posteriormente, cuando se concluya la obra, hacer el traslado al mencionado museo. Agregó la señora Rivera que su padre construyó urnas especiales en el museo para que allí se depositasen sus cenizas y las de su nieta Ruth María de los Ángeles. Hablan los artistas Martes 26 de noviembre de 1957 Guillermo Ruiz EL UNIVERSAL entrevistó al escultor Guillermo Ruiz, quien manifestó que él será el encargado de erigir el monumento sobre la tumba del maestro, lo cual había comunicado en vida a Rivera, quien aprobó el propósito del escultor Ruiz. El proyecto es ejecutar una gran unidad de cristal, con un ojo al centro que mire hacia el infinito, escogiéndose este material por ser eterno. Olga Kostakowsky, la pintora discípula de Diego, nos manifestó que con la muerte del maestro Rivera se acaba toda una época de la pintura mexicana. El pintor David Alfaro Siqueiros, al ser entrevistado en su casa por EL UNIVERSAL, nos manifestó que México perdía, con la muerte de Diego Rivera, a un gran artista con el que había convivido ideológica y artísticamente por espacio de 38 años. Su primer contacto con Rivera lo tuvo en París, el año de 1919, y a partir de esa fecha estuvieron ligados en todas sus actividades. "Naturalmente -expresó Siqueiros-, nuestra relación fue siempre dinámica, esto es, unidos en lo que respecta a qué hacer, pero discutiendo siempre con pasión, la manera y forma de hacerlo. Sólo en una ocasión, posterior a 1930, nos dividimos en apreciaciones políticas concretas; pero no en las cuestiones fundamentales de la estética correspondientes al movimiento pictórico mexicano". Diego Rivera, en la pintura mexicana, como también lo afirmó el pintor Siqueiros, fue el tronco que inició la revolución artística, fundando la escuela nueva de la pintura mexicana. Brújula Murió Diego Rivera. Para él, que fue un genio de la publicidad personal, como lo demostró en repetidas ocasiones, el peor castigo es no haber visto su nombre a ocho columnas. Pero, así es la vida y la muerte. Veinte millones de pesos es el legado del discutido pintor. Cifra fabulosa tratándose de un millonario común y corriente pero estratosférica tratándose de un pintor y además propagandista del comunismo. ¡Veinte millones hechos a puro pincel…! A la muerte de Diego Rivera la voz de la calle elaboró un rumor: que había un crespón de luto en la puerta de la embajada rusa. Ni era cierto, ni era de creerse, por merecida que fuera, tal muestra de agradecimiento en quienes no se caracterizan precisamente por esa clase de sentimientos. Diego Rivera ya descansa en la rotonda Miércoles 27 de noviembre de 1957 Ayer a las 15 horas 5 minutos, recibieron tierra, en el Cementerio de Dolores, y en la Rotonda de los Hombres Ilustres, a la entrada de la misma, primer sepulcro de la izquierda y al lado de la tumba del general Jesús González Ortega (el primer túmulo de la derecha, a la entrada, es el de don Manuel M. Ponce, dulce cantor de los mexicano), los mortales despojos del famoso muralista mexicano Diego Rivera, fallecido el domingo a las 23.30 horas, quien desde la tarde del lunes, hasta las 12 del día martes, fue objeto de público homenaje en el vestíbulo de Bellas Artes, marmóreo coliseo del que pendieron negros crespones de luto por el desaparecido, cuya puerta de acceso a la sala de Espectáculos, lo mismo que el féretro metálico que contuvo el cadáver de Rivera, se vieron ornados con la enseña Patria.