Cuauhtémoc Cárdenas no ve a la izquierda en Morena ni en el gobierno de AMLO

En entrevista con El País, el ingeniero dijo esperar que éste no sea un sexenio perdido a raíz de los flagelos que padece la nación

Jorge Manzo / La Voz de Michoacán

El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano no ve en el partido Morena a la izquierda de México, es más, no sólo no conoce las propuestas del partido creado por el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, sino que no sabe dónde esté desde el punto de vista ideológico. Además, no ve a ningún político importante ubicado en lo que él llamaría izquierda, ni a una izquierda organizada. Cree que es difícil decir quién está y quién no. Espera que éste no sea un sexenio perdido a raíz de los flagelos que padece la nación.

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En España, el excandidato presidencial habló para El País con la periodista especializada en información internacional, estrategia y seguridad, Cecilia Caballero. Acudió a los actos relacionados por el 80 aniversario del fin de la Guerra Civil. A ella, el exgobernador de Michoacán le confesó que no ve a nadie que esté al mismo nivel que los personajes que aparecen en el emblema de Morena: Hidalgo, Morelos, Juárez y Lázaro Cárdenas; esto, a pregunta sobre su sentir porque el presidente López Obrador se declare cardenista.

El heredero del general consideró que harían falta muchos Lázaros Cárdenas no sólo en México, sino en el mundo. Él, lo que llama cardenismo, es una lucha permanente por el rescate, ampliación y ejercicio efectivo de la soberanía del país, por la elevación de los niveles de vida de la gente, por una política internacional que buscara la equidad en las relaciones, y él no lo ve con López Obrador. El ideólogo del Partido de la Revolución Democrática (PRD) también reafirmó que se ven muchas izquierdas.

Frente a los 25 mil homicidios dolosos que se contabilizan hasta octubre de este año, admitió que se siente preocupado por la violencia e inseguridad que golpea a México. Llamó a buscar una política donde puedan elevarse las condiciones de vida de la gente, es decir, se haría necesario que las políticas que tienen que ver con la educación, salud, generación de empleos, seguridad social, aparte de intensificarse en sus efectivos y efectos, pudieran tener en sus componentes, reducir la violencia y garantizar la seguridad.

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Por eso es indispensable una reforma fiscal que tenga entre sus objetivos claros elevar la recaudación del Estado para poder enfrentar los muchos problemas que tiene el país y que estableciera los mecanismos y porcentajes que de esa recaudación deben corresponder al Gobierno federal, a los estatales y a los municipales, que ahora están muy desequilibrados”, planteó el ingeniero Cárdenas Solórzano. En España, al hijo del general Lázaro Cárdenas del Río lo consideran el jefe espiritual de la izquierda mexicana.

Durante la charla con El País, también se le preguntó sobre la actitud que ha mostrado el presidente Donald Trump con México, y más ahora que buscará un segundo mandato. En este punto, el ingeniero fue más allá, y deseó que el magnate no repita mandato en Casa Blanca, en los Estados Unidos. A él le parece muy grave la forma en que trata al pueblo mexicano, un país que ha sido sumamente cordial con él y con su gobierno. “Ojalá que no llegue”, espetó, al rechazar responder si hay alguna solución para remediar esa hostilidad, pero atajó: “esa es una pregunta para los psiquiatras”.

En otras ideas, el ingeniero Cárdenas prácticamente echó abajo la insistencia del presidente López Obrador de pedir disculpas a España y a la Iglesia católica por el proceso de conquista y colonización. En este sentido, comentó que de lo ocurrido 500 o mil años atrás no podemos echar la culpa a nadie, y agregó que el pasado no se modifica, y lo que sucedió, ya sucedió. Remarcó que la interpretación que se hace hoy del pasado, no es la misma que hace 40 o 50 años y seguramente es muy distinta a cómo se veía hace 150 años.

“Los españoles y los mexicanos de hoy no son los mismos que los de 1500, ni la manera de ver el mundo es ahora la misma. Pretender con una declaración actual cambiar el pasado, pues ni lo cambia ni sucede nada”, aclaró el primer jefe de gobierno electo en la Ciudad de México, gozando a plenitud de sus 85 años de vida, alejado un tanto de la función pública, aunque no de los temas coyunturales que está viviendo México, y el mundo.

Se quejó de que México haga el trabajo sucio para Estados Unidos al cerrarle la puerta a migrantes, aunque también destacó que el país las abrió hasta donde fue posible en un momento dado y ahora ejerce un control que no sabe hasta dónde vaya a permitir que esta migración, que tiene como intención dirigirse al país vecino, pueda seguirse dando. Mencionó que el exilio político al expresidente de Bolivia, Evo Morales, es parte de una tradición que se ha dado a lo largo del tiempo.

“México recibió a un grupo muy numeroso de chilenos cuando el golpe de Estado contra Salvador Allende, a un grupo no tan numeroso cuando los golpes militares en Argentina y Uruguay y de otros países de América Latina a lo largo del tiempo”, expresó el tres veces candidato a la Presidencia de México al aclarar que no es lo mismo un exilio político que una migración forzada por razones de miseria económica, sociales, de violencia dentro del país, que una guerra.