Notimex/La Voz de Michoacán México. Más allá de ser sólo organismos marinos, en diversas especies de algas marinas se han detectado compuestos con capacidades quimiopreventivas, es decir que previenen, revierten, suprimen o evitan la progresión del cáncer invasivo. Es por ello que los estudios de las algas marinas continúan en varias partes del mundo, incluido México, con resultados prometedores, sin embargo “es necesario continuar con las investigaciones ya que muchos de estos compuestos aún no han sido sometidos a pruebas clínicas”, señalaron investigadores de las universidades Autónoma de Sinaloa (UAS) y de Sonora. En su artículo “Algas marinas: potencial fuente de compuestos contra el cáncer”, difundido por la Academia Mexicana de las Ciencias, dieron a conocer que en la Facultad de Ciencias del Mar de la UAS se inició con éxito la búsqueda de compuestos quimiopreventivos en macroalgas recolectadas en lagunas costeras de dicha entidad. Hasta el momento en extractos de tres especies se han encontrado actividades de tipo antimutagénico, antioxidante y antiproliferativo, lo que “las hace candidatas potenciales a ser empleadas como fuentes de compuestos anticáncer”, puntualizaron. Al respecto, los investigadores Idalia Osuna, Miguel Hurtado, Mario Nieves, Mercedes Manzano, Armando Burgos, Jaime Lizardi y Enrique Hernández refirieron que un análisis comparativo demostró que los productos naturales marinos son superiores en cuanto a novedad química respecto de los terrestres y presentan una mayor incidencia de bioactividad significativa. Así, por ejemplo, en un estudio preclínico de citotoxicidad en el Instituto del Cáncer de Estados Unidos aproximadamente uno por ciento de las muestras marinas tuvo potencial antitumoral, a diferencia del 0.1 por ciento de las muestras terrestres. Los investigadores relataron que, desde tiempos remotos, las propiedades curativas y los beneficios a la salud de las algas marinas han sido documentadas, ya que se sabe que diversas culturas las han empleado con fines medicinales. “Existen herbarios de las dinastías chinas que describen las propiedades medicinales de innumerables especies de algas; también se sabe que de manera empírica en Japón, India, Grecia, Roma e Inglaterra se han utilizado con el fin de curar o prevenir alguna enfermedad”.