Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con el encendido de los adornos luminosos y el árbol de Navidad monumental, dieron inicio las fiestas de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de María, ubicada en la colonia Vasco de Quiroga de Morelia, las cuales se extenderán hasta inicios de febrero del año próximo con la proyección de recibir a decenas de miles de visitantes que formen parte de las actividades religiosas o la verbena popular. Después de encabezar la procesión por la calle Tejedores de Aranza, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, y el párroco de la comunidad, Jesús Hernández Rojas, realizaron el encendido de los adornos luminosos de la colonia, que son el principal distintivo de la fiesta de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de María, ya que dan la bienvenida a los visitantes y marcan el principal camino de ingreso hacia el centro religioso en el corazón de la colonia Vasco de Quiroga. El arzobispo Carlos Garfias y el párroco Jesús Hernández ofrecieron rueda de prensa. Foto, Jaime Lagunas. "Para todos los católicos, la presencia de la Santisima Virgen María es muy importante en la vida de la Iglesia y esto se refleja en el tiempo de Adviento; ella nos prepara para recibir a su hijo Jesús. Celebramos dos fiestas marianas importantes en estos días: hoy, la Inmaculada Concepción, y el 12 de diciembre, a nuestra señora de Guadalupe", manifestó Garfias Merlos en conferencia de prensa, previa al inicio de las festividades. Con el encendido de los adornos de la temporada invernal, la calle Tejedores de Aranza se convirtió en un corredor luminoso, a través del cual comienzan a presentarse algunos puestos de comida y juegos mecánicos de la verbena popular, así como negocios de los vecinos de la colonia que aprovechan el ciclo de festividades para ofrecer algunos platillos de la gastronomía mexicana en las entradas de sus propios hogares. Al final del recorrido se ubica la Parroquia de la Inmaculada Concepción de María y otro de los atractivos más característicos de esta comunidad; sobre un escenario sostenido por columnas a ambos lados de la calle se activan tres figuras mecánicas representan un pasaje del Libro de las Revelaciones de la fe católica, también conocido como Apocalipsis. Templo de la Inmaculada. Foto, Jaime Lagunas. El espectáculo, que es visto por vecinos y visitantes cuando se enciende aproximadamente cada media hora, comienza con humo, fuego y el dragón que representa a la Bestia del Apocalipsis e intenta devorar al hijo de la virgen, pero un arcángel interfiere y derrota al monstruo en medio de un juego de luces y sonido. La fiesta y el dragón Aunque éste es un espectáculo que se presenta cada año con más o menos las mismas características, algunos morelianos provenientes de otros puntos de las ciudad ponen en su agenda de cada año visitar la colonia Vasco de Quiroga, el Templo de la Inmaculada y admirar al dragón que forma parte del pasaje bíblico ya mencionado. Otro punto importante de la visita consiste en la cena en el área gastronómica ubicada en el sótano del centro religioso, misma que está separada del templo y organizada para venta estilo kermés, donde se pueden encontrar platillos que van desde buñuelos, atoles, pozole, tostadas, enchiladas, tacos y tamales. Autoridades anteriores a Garfias Merlos han explicado que las ganancias de este espacio forman parte de un “fondo revolvente” con el cual se compran y entregan despensas u otro tipo de apoyos a familias vulnerables. Si bien en años anteriores se ha señalado que no existe una contabilidad precisa sobre cuántas personas asisten a esta festividad que es considerada la segunda más importante de Morelia después de las fiestas guadalupanas, se estima que pueden ser hasta 100 mil personas las que se dan cita al centro religioso y a la verbena popular, que se extiende durante casi dos meses en la época invernal e incluso supera el periodo conocido como “Guadalupe-Reyes”. Plantean cambiar formato Durante el encuentro con medios, Hernández Rojas reconoció que "los tiempos están pidiendo cambios", por lo que sí se ha planteado la posibilidad de modificar el formato de las intensas festividades, aunque por un lado se enfrentan las resistencias de la gente más "veterana", así como un cierta indiferencia de los jóvenes. El arzobispo Carlos Garfias encabezó la celebración eucarística. "Mientras haya participación y sangre nueva, estos dos meses pueden tener una condición nueva que no sea sólo festiva. También ver las maneras en que podamos integrar a los niños y los jóvenes en algunos grupos de servicio. Este año también tuvimos un taller de mojigangas, que son una actividad que sí les interesa pero con la que todavía no le ganamos ni a la tableta ni al celular", explicó el líder religioso de la comunidad.