El Universal/La Voz de Michoacán.México. Actualmente son menos las personas que se casan, pues existe la idea de que durante el matrimonio tu pareja controlará tu vida, sin embargo, esto podría resultar positivo para los hombres, pues un estudio reveló que los hombres casados con esposas controladoras son más saludables. El matrimonio es un estado en el que dos personas deciden unir sus vidas en la “salud y la enfermedad”, por ello diversas investigaciones se han centrado en analizar los beneficios de estar casado para la salud en general. La investigación publicada en The Journals of Gerontology reveló que una “buena calidad conyugal” puede evitar el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, además de que también mejora el control de padecimientos ya diagnosticados. Los beneficios del matrimonio en la salud fueron más evidentes en hombres, quienes declararon estar casados con una mujer “controladora” debido al rigor impuesto por sus parejas ante buenos hábitos de salud y control social. Es estudio analizó los resultados de más de mil 200 parejas, en donde se reveló que los hombres que vivían en un matrimonio de calidad, tenían un menor riesgo de ser diagnosticados con enfermedades crónicas al presentar mejores hábitos. Las esposas calificadas como “controladoras” tuvieron un mayor fomento de conductas saludables como dejar de fumar, reducir la cantidad de consumo de alcohol, hacer ejercicio y llevar una dieta saludable. Además los hombres diagnosticados con diabetes que se encontraban en un buen matrimonio, también mostraron un mejor control de la enfermedad ya que “el apoyo de un cónyuge puede promover indirectamente el cumplimiento de un régimen de atención de la diabetes a través del control de los comportamientos de salud de los cónyuges”, apunta el estudio. Por el contrario, esta investigación también demostró que un mal matrimonio puede promover la aparición de enfermedades crónicas tanto en hombres como mujeres. El estrés de un matrimonio tenso aumenta los comportamientos poco saludables como comer en exceso, fumar, beber alcohol o adoptar un estilo de vida sedentario, lo que incrementa el riesgo de padecer cardiopatías y diabetes. El estudio indica que es más probable que las mujeres regulen los comportamientos de salud de sus esposos que los hombres en sus esposas, sobre todo cuando el cónyuge padece de una enfermedad que afecte la calidad de vida del paciente si no se controlan los hábitos de salud. “Un matrimonio feliz también puede promover directamente la autorregulación: puede motivar a un paciente a complir con las recomendaciones del médico, mantener una dieta saludable y un rutina de ejercicio regular”, concluye la investigación.