Redacción/ La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La aspirante que se perfilaba como la preferida para presidir la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Elvia Higuera Pérez, informó este jueves que se retira de la contienda "por congruencia e integridad". Luego de que en la primera votación se embarazará la urna en el Congreso del Estado, con votos dobles de algunos diputados, el proceso de selección ha sido severamente cuestionado a nivel local y nacional. En la primera y en la segunda vuelta, de la primera elección, Elvia Higuera, llevaba la mayoría de los votos, sin embargo, no los suficientes (27 sufragios) para ser elegida. Este jueves compartió el siguiente pronunciamiento: Queridos amigos y amigas: Escribo las presentes líneas para agradecer desde lo más profundo de mi corazón el acompañamiento, confianza, solidaridad y sororidad que me brindaron como aspirante a presidir la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Michoacán. El día de hoy decidí retirarme del proceso como una muestra de la ética, congruencia e integridad que ha caracterizado mi trayectoria profesional. Reitero mi eterno agradecimiento a las Diputadas y Diputados, organizaciones y colectivos sociales, instituciones educativas, medios de comunicación honestos y auténticos periodistas que creyeron en el proyecto de una Comisión Estatal de Derechos Humanos congruente, integra, austera, garantista y con una auténtico y verdadero compromiso por la defensa de los derechos y libertades de todas las personas. Hago votos porque NINGUNA MUJER transite por una experiencia de violencia y discriminación con la saña y denigración como fue mi caso, por el solo hecho de ser mujer y aspirar a mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en este Estado. Señalamientos y ataques que fueron dirigidos por personas, mujeres y hombres, con una “calidad moral” superior a la mía y entre los que identifique a algunos que están a favor de la vida, pero no proporcionan una pensión alimenticia digna para sus hijos e hijas, otros que han sido señalados por hostigamiento y acoso sexual, otros por violencia doméstica, otros por beneficiarse con los recursos públicos y por hechos de corrupción, pero que afortunadamente están a “favor de la vida”. Agradezco que en este proceso comprobé la solidaridad de muchos hombres valiosos y mujeres que con su actuar congruente, no con discursos huecos y prostituidos a favor de las mujeres, estuvieron acompañando y fortaleciendo esta propuesta. Me retiro de esta contienda orgullosa de no haber traicionado mi ideología feminista, tal y como ésta es, plena en derechos y libertades para todos y todas, no a medias tintas, congruente con mi lucha por la justicia e igualdad social y con la legitimidad que me da el no tener ningún señalamiento por hechos de corrupción y deshonestidad (salvo las fabricadas desde algunos medios de comunicación “honestos”). Es lamentable que algunas personas, desde el Congreso del Estado, hayan generado un discurso de odio contra mi persona, contrario a la naturaleza democrática y garantista que debe prevalecer en el Poder Legislativo y hayan filtrado grupos ultraderechistas para generar violencia y desestabilizar el proceso legislativo. Finalmente prevalecieron los intereses obscuros, las componendas, la voracidad por la obtención de espacios y las ideologías que han costado vidas en este Estado. Para quienes asumieron que estaba ahí para obtener una “chamba” o para responder a intereses partidistas, les comparto que mañana asumiré con mucho respeto y dignidad la Presidencia del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, que es un órgano ciudadano, desde donde seguiremos trabajando a favor de la transparencia, la rendición de cuentas, el manejo honesto y responsable del recurso público, pues si de algo estoy convencida es que invariablemente cualquier desvío del recurso público se traduce en la violación a un derecho fundamental. Me pronuncio a favor de la vida, pero una vida digna y con acceso a todos los beneficios que el Estado debe brindarnos, me pronuncio a favor de la vida, pero a una vida libre de violencia, de acoso y hostigamiento sexual, a una vida libre de discriminación, a una vida en igualdad de derechos y libertades, porque hasta que la dignidad se haga costumbre, vivir en la indignidad no es vivir. Seguiremos en esta lucha por mi hija Aura a quien amo profundamente, por tu hija y por nuestras hijas e hijos, por las personas desaparecidas, por las victimas de la violencia feminicida, por las personas que son asesinadas por crímenes de odio, por las niñas y adolescentes violadas, las que están siendo prostituidas, por las que son rechazadas por su orientación sexual o por aquellas que no acceden a un empleo por su condición de discapacidad. Por ellas, ellos, nosotros y nosotras vale la pena seguir luchando, porque no queremos vivas, pero vivas en dignidad, derechos y libertades. Fraternalmente: Elvia Higuera Pérez.