El Universal/La Voz de Michoacán.México. La talavera, técnica de fabricación artesanal que se practica desde hace cinco siglos en Puebla y Tlaxcala, fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Sin embargo, artesanos expresan su preocupación por el desinterés por parte de las nuevas generaciones. La talavera es la primera técnica artesanal mexicana y la primera manifestación transcontinental de América Latina incluida en el listado de la UNESCO; además se caracteriza por ser binacional pues se logró en conjunto con la Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo, en España. El dictamen de la inscripción se dio durante la reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, que se llevó a cabo el 11 de diciembre, en Bogotá, Colombia. Fabiana Briseño, secretaria de Turismo de Puebla, explica que la inscripción de la talavera ante la UNESCO fue un proceso que comenzó hace dos años, con la elaboración de un expediente que realizó la Secretaría de Turismo poblana. La funcionaria señala que no fue a Colombia a “recoger una declaratoria”, sino que fue a un “cabildeo” en el que estuvieron 121 países. En el encuentro, países como Cuba, Colombia, Kuwait y Arabia Saudita apoyaron la declaratoria; sin embargo países como Austria cuestionaron el “por qué España y México debían tener una declaratoria binacional”. Después del encuentro, la UNESCO inscribió a la talavera en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. “A pesar de que las técnicas de producción de la talavera han evolucionado con el paso de los siglos, los procedimientos de decoración y esmaltado son idénticos que en el siglo XVI, eso es muy importante porque habla de un procedimiento que debe ser valorado”, dice Briseño. La declaratoria es binacional, de México están incluidos los estados de Puebla y Tlaxcala; mientras que de España están las regiones Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo. En Puebla artesanos de la talavera crearon el Consejo Regulador de Talavera que busca “preservar la elaboración de la talavera como un bien patrimonial de Puebla, tal como lo trajeron los españoles durante la Conquista y que fue enriquecido localmente por la tradición alfarera con que siempre ha contado el pueblo mexicano”, sostiene la asociación en su página de Internet (www.consejoreguladordetalavera.com.mx). El Consejo Regulador de Talavera agrupa a nueve talleres dedicados a la producción de talavera que preservan la forma de producción originaria. Entre los talleres se encuentra Uriarte Talavera, empresa establecida en 1824 y que desde 1992 cuenta con la Denominación de Origen (DO4), que la protege para evitar imitaciones. Raúl Alfaro Segovia, vocero de Uriarte Talavera, indica que la inscripción de la talavera ante la UNESCO impacta en términos de imagen y también funciona como una motivación para los artesanos. “No hay más de 250 artesanos talaveranos entre Puebla y Tlaxcala, por lo que el principal impacto que me gustaría ver es que las nuevas generaciones se involucren para mantener viva esta tradición. Necesitamos formar a quienes sustituirán, en un futuro no muy lejano, a los artesanos talaveranos”, dice Alfaro Segovia. El vocero de Uriarte Talavera sostiene que la gente ya no quiere trabajar en oficios artesanales, por lo que también ve la declaratoria de la UNESCO como un “llamado de atención” para que la sociedad mexicana vea lo que se produce y custodia en el país. En la búsqueda de que más gente se dedique a la producción de talavera, Uriarte Talavera ha realizado diferentes talleres, uno lo dio a mujeres del Cereso de San Miguel, Puebla, donde descubrieron que 20 mujeres tenían facilidad para la pintura de talavera. “¿Cuánta gente no puede encontrar una opción de vida y de trabajo en Puebla y Tlaxcala? La talavera puede ser una opción. El sector da para que más personas se involucren en las casas que respetan la denominación de origen”, propone el vocero. Alfaro Segovia define a la talavera como un sector “vivo”; sin embargo, señala que se podrían hacer más cosas como exportaciones al extranjero y ejemplifica con el caso de Estados Unidos, donde dice, hay más demanda que oferta. “Pero el artesano no puede ser todólogo, necesitamos que los que estudian Comercio Exterior se involucren y vean a las artesanías como un producto y del que se puede generar un ingreso importante”, expresa. Otra casa que forma parte del Consejo Regulador de Talavera es la casa Celia Talavera, que fue fundada por Germán Gutiérrez. Germán Gutiérrez explica en entrevista que él es médico de profesión pero uno de sus hijos le propuso hacer un taller de talavera; sin embargo, fue hasta que en 1992 que decidieron fundar el taller. Desde ese año, Celia Talavera también cuenta con la Denominación de Origen: “Nosotros no hemos apostado por el comercio nada más sino que seguimos apostando por la cultura. Nos hemos dedicado mucho a la escultura pero sin perder la producción de la cerámica utilitaria, que son las vajillas, floreros”. El artesano indica que después de que se diera a conocer la declaratoria de la UNESCO, han mantenido conversaciones con Julio Glockner, secretario de Cultura de Puebla, para hacer una escuela técnica de talavera. “La intención es que los jóvenes aprendan la técnica de elaboración. Nosotros somos dueños de la técnica, pero los dueños de la cultura somos todos los mexicanos, tenemos la necesidad de enseñar a las nuevas generaciones la importancia de la talavera”, declara Gutiérrez. En la misma sintonía que los artesanos, Fabiana Briseño, secretaria de Turismo de Puebla, indica que para 2020 realizarán conversatorios en los que participarán expertos de talavera de Puebla, Tlaxcala y España. Añade que buscan realizar actividades a nivel nacional para socializar la importancia de la talavera.