Agencias/La Voz de Michoacán.México. Mucho se ha hablado sobre el tamaño del pene, pero ¿qué hay de la vagina? ¿Cuál es la realidad detrás de las ideas sobre su tamaño y su relación con el placer sexual? Averiguémoslo. Mucho se habla todos los días acerca del tamaño del pene: que si el tamaño importa, que si no lo hace, que cuál es un tamaño estándar y que cuando empieza a ser muy grande o muy pequeño. Se ha cortado mucha tela al respecto y en medio de todo estamos bien informados. Pero…¿y qué pasa con la vagina? Mucho menos se habla acerca de los diferentes tipos de vaginas que pueblan el mundo, de sus diferentes tamaños y de cómo influyen en el sexo. Aunque la creencia común es que se trata de un órgano estándar y que su tamaño y características suelen ser las mismas, nada más alejado de la verdad. Esto es solo un pequeño reflejo de la atención cultural que se le ha brindado a la sexualidad de cada género y a la importancia otorgada a los respectivos genitales. Sexista o no, esto llegó a su fin. A continuación develaremos los secretos del tamaño de la vagina y sus implicaciones en las relaciones sexuales. La vagina es un órgano elástico cuyo tamaño varía entre los 7 y los 10 centímetros en su estado normal. ¿Estado normal? Si, aunque no lo sepamos, la vagina funciona de la misma forma que un pene y puede llegar a expandirse hasta 4 centímetros en estado de excitación. Pensemos que es tan elástica que puede rodear un tampón o una copa menstrual de forma apretada y puede dejar salir un bebé por el mismo conducto ¿así o más claro? Sin embargo, algunas mujeres sufren al creer que tienen una vagina demasiado pequeña pues sienten dolor e incomodidad con la penetración. Otras por el contrario creen que su vagina es muy grande ya que perciben poca sensibilidad a la hora de la penetración. ¿Es realmente un problema de tamaño? En el caso de aquellas que sienten que su vagina es pequeña pues experimentan dolor, la verdad puede ser que no están lo suficientemente estimuladas o que se está haciendo con demasiada brusquedad. La estimulación previa es clave para una relación sexual satisfactoria y como ya se dijo, puede llegar a aumentar el tamaño de la vagina considerablemente así que no se puede desdeñar el “calentamiento”. Otra posibilidad es que se trate de un problema de salud más allá de una relación con el tamaño de la vagina. Cuando existan dudas e incomodidades que se repiten de manera reiterativa es muy importante acudir a un especialista pues podemos estar poniendo en riesgo nuestra salud e integridad. Por su parte, efectivamente hay factores que pueden dilatar las paredes de la vagina disminuyendo la sensibilidad. Los embarazos muy seguidos y que no se recuperan satisfactoriamente pueden ser una de esas razones por las que se pierde sensibilidad durante la penetración y que además causa inseguridad con respecto al placer que está sintiendo la pareja. Esto no es motivo de preocupación pues con un entrenamiento adecuado, la vagina puede volver a su estado normal y puede ejercitarse como cualquier otro músculo del cuerpo. Lo que consideramos tamaño podemos estarlo confundiendo con tonicidad. No es que nuestra vagina sea muy grande sino que hemos dejado que píerda su tono y elasticidad. Por eso, los siguientes 5 ejercicios para tonificar la vagina pueden ser una rutina clave para mejorar el problema. En conclusión, aunque sí es cierto que existen diferentes tamaños, lo que no debería preocuparnos es su relación con el placer sexual pues ante todo éste empieza por la cabeza, por la actitud y por la compenetración con la pareja. No hay condición que no se pueda tratar ni determinantes a la hora del placer.