Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con la entrada en vigor de mecanismos municipales para la prohibición de los plásticos de un solo uso han saltado al mercado la utilización de los “plásticos biodegradables”. Solo en la capital michoacana, a días de que se empiece multar a los establecimientos que no cumplan con el reglamento local, se han empezado a comercializar este tipo de bolsas que —advierten organizaciones internacionales— podrían ser igual o hasta más perjudiciales para el medioambiente. Tiendas de conveniencia, mercados y establecimientos al interior de las colonias, ya no regalan las bolsas convencionales. Ahora venden hasta por un peso las bolsas que promocionan como biodegradables y que, en términos discursivos, dan a entender a la ciudadanía que no habrá consecuencias ecológicas con su uso. No obstante, la organización internacional Greenpeace y especialistas en lo local, incluyendo cámaras industriales, han advertido sobre el uso de este tipo de plásticos. Los polímeros biodegradables requieren de condiciones industriales para su descomposición en condiciones controladas, de lo contrario, terminarán apilados en basurero para después pasar a los océanos en donde advierten, el daño podría ser peor. “Los plásticos biodegradables o los bioplásticos realmente no nos ayudan a frenar la contaminación por plásticos, ni a reducir el consumo insostenible de recursos naturales. Siguen siendo polímeros derivados del petróleo que generalmente se utilizan para producir objetos de un solo uso y por lo tanto pueden llegar a nuestros mares y océanos tras ser rápidamente desechados. Además, los plásticos biodegradables se fragmentan en micro plásticos, extendiendo este tipo de contaminación por todos los rincones de los océanos y quedando disponibles para peces y otros organismos que posteriormente nosotros mismos consumimos”, alerta Greenpeace. Fue a mediados de 2019, cuando el Cabildo de Morelia aprobó el reglamento para prohibir el uso de bolsas plásticas en establecimientos comerciales. Con la política se pretende reducir de manera importante este tipo de materiales que, destacan, diariamente se desechan y producen cientos de toneladas. Tras la prohibición de plásticos de un solo uso en Morelia, algunos negocios ya ofertan alternativas, como bolsas de papel que llegan a costar hasta 10 pesos. No obstante, con este reglamento se abrieron las puertas para un nuevo tipo de mercados: el plástico biodegradable. Las multas son claras; van desde las 5 UMAS hasta las 400 UMAS con el objetivo de desincentivar que los tenderos y los establecimientos sigan repartiendo a diestra y siniestra las bolsas de plástico. Esta tarea corresponde a la Dirección de Inspección y Vigilancia en coordinación con la Secretaría de Fomento Económico municipales, en tanto que se prevé que durante las primeras semanas de aplicación se tendrá un cierto grado de tolerancia hacia los ciudadanos que todavía estén acostumbrándose a la nueva medida. Sin estimaciones sobre el uso de bioplástico en el municipio Al igual que en la mayor parte del país, Michoacán presenta un importante rezago en el manejo de residuos sólidos de manera general y las tareas de reciclaje. En el caso de los plásticos biodegradables, tampoco cuenta con la infraestructura necesaria para hacer frente a la situación. Lo preocupante del escenario es que en ninguno de los municipios en donde ya se prohibieron los plásticos de un solo uso, se tiene una proyección o estimación sobre el crecimiento del consumo de plásticos biodegradables como efecto colateral. En la capital michoacana ya puede verse el uso de bolsas de otros materiales. Se reconoce que habrá resistencia de los usuarios para dejar el uso de plásticos y, en este caso, los biodegradables serían una salida rápida. “Sólo se degradan en condiciones industriales ya que necesitan procesos especiales, como por ejemplo exponerlos a altas temperaturas; condiciones que no se dan en el medio natural donde muy difícilmente se degradarán. Por lo tanto, al seguir presentes en el medio ambiente, causarán los mismos daños a la fauna marina que los plásticos convencionales. Además, estos materiales no frenarán la producción y el consumo masivo de plásticos, e incrementarán el sobreconsumo de recursos naturales, que son el origen de este problema”, advierte Greenpeace. Ni reciclaje, separación, ni cultura ambiental, afirman Mientras que en Michoacán se busca establecer una política obligatoria para la separación de la basura, actualmente la entidad y sus municipios no cuentan con la infraestructura para llevar a cabo procesos de reciclaje. Si bien existen centros de acopio, los materiales como el pet, terminan siendo vendidos a bajo costo y enviados a China para su procesamiento. Son casi 4 mil toneladas de basura las que se generan en el estado de Michoacán todos los días y que, a decir de especialistas, en caso de que se separaran y se aprovechara se podrían reducir hasta en un 70 por ciento. Morelia diariamente genera un total de 800 toneladas de basura, mismas que han aumentado hasta en un 100 por ciento en los últimos 15 años debido al crecimiento demográfico.