Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Ahorrar parte de los ingresos es parte importante de una economía personal y familiar sana. El dinero puede proyectarse a mediano a largo plazo para una serie de inversiones o compras, pero también puede sacarnos de apuros, por lo que no es mala idea tomar como propósito de Año Nuevo comenzar a ahorrar si es que aún no se hace. De acuerdo con la fórmula más popular, el 20 por ciento de tus ganancias mensuales debe destinarse al ahorro, sin embargo, habrá ocasiones en donde no se podrá recurrir a este porcentaje, por lo que es importante calcular cuánto puedes ahorrar y hacerlo. Un 10 o un hasta un 5 por ciento pudiera parecer una participación baja, pero por algo se empieza y el capital destinado puede ir aumentando en función de nuestras finanzas durante el año. De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), la fórmula más recomendada actualmente es la 50/30/20, la cual incluso ha sido promovida por entidades bancarias como BBVA y aplicaciones financieras como Finerio y Fintonic. La fórmula refiere a que el 50 por ciento de tus ingresos mensuales debe dedicarse al gasto corriente y liquidar adeudos; el 30 por ciento se emplearía en gatos prescindibles, tales como ir al cine, o compras por gusto; finalmente, el 20 por ciento debe dedicarse al ahorro. Algunas fórmulas distintas refieren incluso que lo ideal sería ejercer un ahorro mayor, cercano al 30 por ciento. Para la Condusef lo importante es ahorrar, por lo que no importando si es poco o mucho, lo relevante es mantener una cultura financiera de ahorro y previsión de manera constante, tratar de no disminuir la aportación al fondo y, al contrario, busca la manera de ampliarlo. ¿Qué se puede hacer con el ahorro? Las opciones son varias, van desde cuentas bancarias hasta grupos de ahorro dentro de las mismas empresas. Cada opción tiene sus ventajas y desventajas, pero la idea es no dejar el dinero bajo el colchón sino depositarlo o invertirlo en algún lugar donde no sólo nos mantenga alejados de la tentación de gastarlo, sino que pueda generar algún tipo de dividendo. Las cuentas bancarias son las más comunes, aunque es importante revisar que no se cobren anualidades o qué tipo de movimientos hacer para que no existan cargos mensuales. Las cajas de ahorro son otra opción, aunque es necesario revisar que cuente con la certificación necesaria por parte de la Condusef para evitar sorpresas. Las empresas suelen tener sus grupos de ahorro (también llamadas cajas de ahorro empresariales) en las que se descuenta una parte de la nómina acordada previamente y se entrega el dinero al final del año junto con los intereses generados por el mismo. Una buena opción es acercarse a un asesor financiero para preguntar por opciones para hacer rendir tu dinero ahorrado. Recuerda que también hay otro tipo de ahorros que se pueden realizar con tu capital, tales como las aportaciones voluntarias a tu Afore, las cuales repercutirán directamente en la cantidad de dinero que se te entregue durante el retiro. Dar un extra para aportación voluntaria es también pieza clave para una vejez digna, por lo que considera este recurso también además del que destines directamente para otro tipo de ahorro.