AP/La Voz de Michoacán Australia. Bien puede ser el gesto más falso en los deportes: Un jugador que se disculpa cuando gana un punto luego de que la pelota dio en la red y cayó lejos del alcance del rival. Pasa todo el tiempo, en las canchas de tenis de todo el mundo, en parques públicos y en torneos profesionales, incluido el Abierto de Australia, donde Dominic Thiem pidió perdón al menos cinco veces en que sumó puntos por esa vía en el partido de cuartos de final que le ganó a Rafael Nadal. Todo el mundo sabe que nadie se siente realmente mal cuando gana uno de esos puntos. “El típico `lo lamento, aunque en realidad no’”, comentó Svetlana Kuznetsova, ganadora de dos torneos grandes, después de superar a una rival la semana pasada. “Es como cuando vas a un negocio en Estados Unidos y te preguntan, ‘¿cómo está?’. ¿Les importa realmente cómo te sientes? Pero una es educada y responde que bien”, dijo la rusa. “Esto es lo mismo: Eres educado y levantas la mano” como pidiendo perdón. Wim Fissette, técnico de Naomi Osaka, campeona del Abierto Australiano del 2019, hace otra comparación. “¿Es necesario decir ‘salud’ cuándo alguien estornuda? Yo creo que no. Es más o menos lo mismo”, comentó Fissette. “Pero si estornudas y la persona que está a tu lado no te dice ‘salud’, se siente medo raro”. En otros deportes, sin embargo, no se perciben este tipo de actitudes. Un poco de suerte es solo eso, un poco de suerte. “En el béisbol, si pegas un elevadito que cae justo por detrás del tercera base, no levantas la mano pidiendo perdón. O en el básquetbol, si la pelota pega en el aro y entra, tampoco ofreces disculpas”, afirmó Mike Bryan, quien con su hermano mellizo Bob ganó 16 títulos grandes en dobles. Cuando a Sofia Kenin, quien eliminó a Coco Gauff en la cuarta ronda, se le preguntó la semana pasada cómo reaccionaría si alguien no se disculpa cuando gana un punto de casualidad, la tenista respondió: “No me gustaría, pero tampoco me irritaría. No es algo que tenga mucho impacto”. Daniil Medvedev, subcampeón del Abierto de Estados Unidos del 2019, no es del mismo parecer. “¿La pelota da en la red y no te disculpas?”, le gritó a Stefanos Tsitsipas en el Abierto de Miami del 2018. Y en el Abierto de Wimbledon del 2007, Nadal criticó a Robin Soderling por festejar un punto ganado luego de que la pelota dio en la red en lugar de mostrar consternación. “¿Por qué voy a decir que lo lamento en el momento más feliz de mi vida?”, respondió Soderling. Steve Johnson dice que se disculpa solo si juega con un amigo. “De lo contrario no siento la necesidad de ofrecer disculpas. Nadie lo hace a propósito”, señaló. “Que te disculpes, además, no quiere decir que vas a jugar de nuevo el punto”. Entonces, ¿por qué todo el mundo pide perdón? “De niña me enseñaron que hay que disculparse”, explicó Simona Halep, ganadora de dos torneos de Grand Slam. “Lo pensé y no creo que sea justo que tengas que decir que lo sientes. Estás contenta porque ganaste el punto. Pero es algo automático a esta altura”.