AP / La Voz de MichoacánSantiago de Chile. La muerte de un hincha de fútbol que fue atropellado por un carro de la policía desató en los tres últimos días una nueva ola de protestas violentas en Chile que han dejado al menos dos muertos. El subsecretario de Interior, Juan Francisco Galli, cifró en 17 los incidentes graves ocurridos durante la noche del jueves al viernes. La noche anterior había sido calificada por la policía como la más violenta en lo que va del año y en niveles similares a los de octubre, cuando se produjo un estallido social en el país. Anoche tuvimos nuevamente episodios de violencia que son inaceptables, tuvimos una persona fallecida, lo lamentamos profundamente, y también varios carabineros (policías) heridos por ataques de vándalos que no respetan a nadie y no respetan nada", declaró el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, el viernes. A su vez cuestionó qué relación tiene esta nueva ola de violencia con las legítimas demandas de mejoras sociales de los ciudadanos. El ministro recordó además la próxima entrada en vigor de una ley anti-saqueos que sanciona con penas más duras este tipo de delitos. A la muerte del hincha del club Colo Colo atropellado por las fuerzas policiales el miércoles se sumó una persona fallecida tras ser arrollada por un autobús durante una protesta el jueves y otro fallecido -presuntamente calcinado- en la madrugada del viernes durante el saqueo a un supermercado en el que otras tres personas resultaron heridas. En las últimas noches en los barrios de San Ramón, Quilicura y Santa Rosa, en las afueras de Santiago, hubo quemas de autobuses del transporte público, saqueos a diversos comercios y decenas de ataques a cuarteles de la policía. La fiscalía nacional actualizó la cifra de fallecidos a 31 hasta el 28 de enero, pero ese número no incluye al hincha muerto. Por su parte, simpatizantes de distintos equipos de fútbol hicieron un llamado a una manifestación masiva el viernes. La fiscalía indicó que al 30 de noviembre hubo casi 5.600 víctimas de violencia institucional y que entre el 18 de octubre -cuando se produjo el estallido- y el 31 de diciembre de 2019 se detuvo a 54.442 personas. La revuelta social se desató por un alza en la tarifa del metro que se tradujo en la destrucción de la mayor parte de las estaciones de ese transporte, incendios y saqueos a centenares de grandes supermercados y decenas de farmacias, quemas de pequeños y medianos comercios y oleadas de destrucción que afectaron a la capital chilena y varias ciudades del interior del país.