Infidelidad ¿ahora qué?

Seguir en una relación por obligación nunca termina bien. Aunque ya tengan hijos, ellos no atarán a nadie. Una familia se forma para estar a gusto. Si vas a seguir con tu pareja para amargarse la vida, lo mejor es terminar esa relación.

Foto: El Universal

El Universal/La Voz de Michoacán.
México. Cuando descubres una infidelidad se crea una ruptura, la confianza se pierde, los celos se incrementan y ya no tienes la misma motivación por el futuro con esa persona.

En ese momento empiezas a pensar si te hará feliz o si te hará sufrir. Pero ¿qué recomiendan los especialistas ante ello? Estos son los puntos que debes poner sobre la mesa:

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¿Qué hice mal?

Preguntarte esto es importante, ya que te ayudará a ver si contribuiste a que tu pareja te engañara. Pregúntale claramente si ya no se siente bien contigo o si ha dejado de amarte. Revisa si tus sentimientos hacia él siguen intactos o en ti tampoco hay amor. Si no hay proyectos en común, es muy difícil que tengan éxito como pareja. Los dos deben sentir respeto mutuo, por la relación y por lo que han construido.

Nada por obligación

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Seguir en una relación por obligación nunca termina bien. Aunque ya tengan hijos, ellos no atarán a nadie. Una familia se forma para estar a gusto. Si vas a seguir con tu pareja para amargarse la vida, lo mejor es terminar esa relación.

Se acabó

Para muchas personas descubrir una infidelidad es sinónimo de rompimiento, prefieren acabar con esa situación cuanto antes y evitar que la relación se convierta en una persecución. Si esta es tu decisión, pero aparecen otros problemas como agresividad o violencia debido a que el infiel no acepta dejar la relación, lo mejor es buscar ayuda profesional para alejar rápido a esa persona que un futuro puede lastimarte.

Una segunda oportunidad

Por otro lado, algunos están dispuestos a salvar la relación, ya sea por el amor, el tiempo, los hijos… en este caso se debe tener claro que la palabra perdonar tiene mucho peso. Si no lo aceptas jamás lo superarás y en vez de mejorar todo terminará más rápido, sin contar los días, meses o años de sufrimiento.

El consejo ideal es pensar en ti, qué quieres y qué estás dispuesta a perdonar. Las decisiones tomadas con cabeza fría y a tiempo son las más fructíferas. No te aferres al dolor, al fin y al cabo hay millones de peces en el mar.