Latinoamérica, destino de los miles de carros robados en Estados Unidos

México y muchos otros países latinoamericanos son algunos de los principales destinos de los miles de autos robados en Estados Unidos que luego son vendidos o desmantelados.

Jorge Ávila / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Este miércoles, la Fiscalía General del Estado dio a conocer que en Morelia, a las afueras de un taller de hojalatería y pintura se había asegurado un automóvil robado. El hecho podría parecer como un aseguramiento más de los muchos que día a día hacen las autoridades en el combate al robo de vehículos, pero en este caso el carro fue robado en Adisson, Texas, y vino a dar a la capital michoacana.

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Según estadísticas, en Estados Unidos un automóvil es robado cada 26 segundos, lo que da un promedio anual de un millón 200 mil carros cada año, lo que genera ganancias en el mercado negro por 7.6 millones de dólares cada año, al ser uno de los principales delitos en la Unión Americana.

Así, entre los modelos más buscados por los ladrones en aquel lado de la frontera, destacan el Toyota Camry, Honda Accord, Oldsmobile Cutlass, Honda Civic, Jeep en las líneas Cherokee y Grand Cherokee, camionetas Chevrolet, Toyota Corolla, Chevrolet Caprice, Ford Taurus y las pick-up Ford F-150.

Muchos autos de Estados Unidos terminan en América Latina y otros continentes

Entre los miles de historias de autos estadounidenses que tras el robo terminan en Latinoamérica, medios guatemaltecos publicaron en octubre del año pasado la historia de una Porche valuado en 70 mil dólares, el cual llamó la atención al circular por las calles de la Ciudad de Guatemala, dado que en países centroamericanos no es común ver este tipo de autos, por lo que la Policía, al verificar los datos del carro, encontraron que éste había sido robado en Miami, Florida, y que era buscado por la Interpol desde 2018 y había entrado a Guatemala un mes después del robo.

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Pero el asunto no paró ahí, ya que cuando fue asegurado y llevado al corralón, la misma banda que lo había vendido en Guatemala lo volvió a robar, hasta que las autoridades volvieron a dar con el carro para finalmente devolverlo a sus propietarios, en Estados Unidos.

Durante las investigaciones, el gobierno guatemalteco descubrió que ese coche había llegado al país centroamericano a través de toda una estructura criminal que, con la colaboración de autoridades corruptas, se dedicaba al robo de autos a escala internacional, y

México y muchos otros países latinoamericanos son algunos de los principales destinos de autos robados en Estados Unidos que luego son vendidos o desmantelados, ya que sus piezas se cotizan por altos precios en los talleres locales debido a que muchas tienen que ser importadas a precios elevados si se quieren adquirir legalmente.

La clonación de autos es un delito que va en aumento y las victimas finales son quienes compran autos usados.

Aunque dada la naturaleza de este delito no hay cifras oficiales, mucha evidencia sugiere que el robo de vehículos para la exportación ilegal, en particular en la frontera con México, es un problema sustancial", explica el criminólogo Ronald Clarke, catedrático de la Universidad Rutger y estudioso del tema.

Por su parte, la Oficina Nacional de Crimen de Seguros (NICB por sus siglas en inglés), una organización que se encarga de investigar estos robos y otros fraudes vinculados a vehículos, señala que, en gran medida, el destino de estos carros está al lado sur de la frontera, "de ahí que California y los estados limítrofes con México sea donde se encuentran las ciudades con mayor incidencia de este delito. No existe ninguna otra razón conocida que puede explicar esta desproporción de robos en estas ciudades que para exportarlos ilegalmente a México y Centroamérica", señaló Roger Morris, vocero de la NICB, en entrevista con la BBC.

Pero según el organismo, Latinoamérica no es el único destino de los carros robados en la Unión Americana, ya que muchos son embarcados ilegalmente a otras naciones de Sudamérica, pero también puntos más distantes como África, China o Singapur, donde se venden por hasta cuatro veces su precio original.

Esto se debe a que "son países donde estos modelos no se comercializan o son muy difíciles de encontrar, pero a la vez existen personas con el suficiente dinero para pagar varias veces lo que cuestan originalmente en Estados Unidos", señala.

Según Ronald Clarke, la base de este negocio ilícito es que son carros muy demandados por gente pudiente pero que no son muy comerciales en sus países, estopor tratarse de autos exóticos o de lujo.

"La exportación ilegal de carros robados se basa en tres condiciones: la existencia de vehículos atractivos en un país desarrollado, la demanda de estos vehículos en otro país menos desarrollado y formas para transportarlos desde el origen hasta el destino", explica el especialista.

Pero hay otros factores que propician este delito: la frontera con México es la más transitada del mundo, en la que miles de vehículos utilizan estos cruces todos los días, pero los controles fronterizos de Estados Unidos se centran en las llegadas, no en las salidas, por lo que los autos que salen del país no son sometidos prácticamente a ningún control".

Esto se debe a que la Unión Americana tiene otras prioridades de seguridad en las que detectar un auto robado no clasifica entre sus urgencias, que se orientan más a evitar "ataques terroristas", la importación de drogas o el tráfico de personas.

En tanto, los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) realizan sólo de forma aleatoria inspecciones físicas que se basan en reportes de inteligencia, actividad criminal conocida o para determinar si el carro es robado o no, pero si se considera que en promedio cruzan la frontera alrededor de 180 mil vehículos por día, detectar carros robados es más una casualidad.

A lo anterior hay que agregar los millones de contenedores que cada día circulan por los puertos marítimos y terminales aéreas de Estados Unidos, lo que facilita que, con la colaboración de las empresas dedicadas al ramo, se detecte este tipo de embarques, puesto que, como en los cruces fronterizos, los agentes de aduanas dan prioridad a lo que entra al país, y esto ha dado paso a una mafia en la que pandillas y otras organizaciones criminales se dedican a robar estos carros para exportarlos ilegalmente desde Estados Unidos.

Carros para la mafia

Según la Interpol, en muchos casos el robo de vehículos no es un delito aislado, sino que está relacionado con el crimen organizado transnacional y, por ende, con otros delitos graves.

Muchas veces son el crimen organizado, cárteles y pandillas quienes se encargan de este tipo de robos. No sólo para venderlos, sino que a veces son utilizados para tráfico de drogas, de personas o incluso para que sus jefes ostenten en ellos", señala Roger Morris, de la Oficina Nacional de Crimen de Seguros (NICB).

La dependencia señala que muchos de los carros que han sido recuperados en México presentan impactos de bala, manchas sangre, restos de drogas, cristales rotos u otras señales de que han estado involucrados en enfrentamientos armados, asesinatos y otros delitos.

Básicamente, muchos de estos carros, principalmente los SUV, son utilizados por cárteles o traficantes de drogas como medio de transporte para cometer su fechorías", señala la dependencia.

En entrevista con la BBC Mundo, Thomas Pikul, de la Patrulla de Carretera de Florida, muchos de estos grupos de robacoches han mejorado sus técnicas a medida que los fabricantes perfeccionan las medidas de seguridad de los automotores.

Según Morris, las bandas dedicadas a este delito ya utilizan alta tecnología, como hackear los sistemas de seguridad del auto hasta unos misteriosos elementos que amplifican las señales de las llaves de forma remota.

Pueden copiar la señal de tu carro aunque la tengas en tu cuarto o tu cocina. Abren tu carro y en las cámaras de seguridad muchas veces lo que se ve es alguien que se sube en tu coche como si saliera de paseo. No hay cristal roto ni cerradura violentada ni nada por el estilo", cuenta.

Según ha informado la Interpol, el uso de tecnología para superar las medidas de seguridad de los vehículos electrónicos, el modus operandi para exportarlos, la falsificación de documentos, la alteración de números de serie y otros modos de identificación, así como el desmantelamiento o venta de autos robados demanda una gran capacidad logística y altos niveles profesionales y organizativos, lo que a su vez dificulta el rastreo de estas redes criminales, por eso, de los miles de carros robados en Estados Unidos durante 2018, la NICB logró identificar apenas 2 mil 500 en México, muchos de los cuales ya no son devueltos al país de origen debido a que, como ya se dijo, muchos presentan destrozos y los trámites son muy tardados, lo que hace que los autos se devalúen considerablemente y por eso terminan como chatarra.

Autos robados en EUA son “clonados” en México

Es los estados fronterizos, como California, Arizona, Nuevo México y Texas, donde se concentran 150 mil de los 700 mil vehículos robados en Estados Unidos, y de esos 150 mil, un porcentaje importante ingresa y se nacionaliza en México, pero los autos no siempre se venden completos, sino que se desarman para comerciar las partes y satisfacer la necesidad de refacciones del viejo parque vehicular en nuestro país, pero otros más son puestos “en regla” de manera ilegal.

La clonación de autos es un delito que va en aumento y las victimas finales son quienes compran autos usados. El proceso consiste en que a un automotor robado le dan la identidad legal de uno no robado, legalmente poseído, generalmente de un modelo semejante. Aplicando etiquetas falsificadas, las patentes, engomados y los títulos a vehículos robados como coches y camiones legítimos. Al tener los papeles y la identificación clonados, el automóvil robado es una “copia” del automóvil en regla y puede obtener un título de propiedad otorgado por el gobierno sin ser detectado.

El resultado de este clonaje es que puede haber dos o más vehículos con la misma información del registro, pero solamente uno de ellos es legítimo.

Este delito va en aumento puesto que es un crimen relativamente fácil y económico de cometer. Por menos de dos mil pesos, los criminales pueden utilizar una computadora, una impresora de color, una máquina de escribir, impresora de código de barras, una pluma rotatoria y lapicera de grabado para falsificar el número de identificación de un vehículo, sus engomados, etiquetas y títulos.

¿Cómo lo hacen?

Alguien copia el número de identificación de un vehículo legal que está estacionado en la calle o en los lugares de venta de autos. Generalmente buscan vehículos caros, como los de lujo, deportivos o todoterreno. Este número (VIN) se usa luego para hacer una copia, generalmente varias veces. Luego estos individuos roban un vehículo similar al que usaron para obtener el número de identificación y remplazan este número (VIN) en el automóvil robado. Disponiendo de una identificación falsificada, este vehículo robado es un clon del carro original, por lo que puede pasar con cierta facilidad por retenes.

Para completar esta estafa, los criminales crean documentos falsificados de propiedad para el vehículo clonado u obtienen la documentación de la propiedad con una identidad falsa. Utilizando esta documentación falsa venden el vehículo robado a un comprador inocente, que la mayoría de las veces paga un valor menor al del mercado.

Las operaciones más sofisticadas de clonación pueden producir vehículos sin ningún tipo de rastros para el consumidor desprevenido. La mayoría de las veces se necesitan expertos en robo de autos para descubrir esta estafa.