Tsuri Chávez/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La calle selenio de la colonia industrial es una de muchas calles que al finalizar la vialidad se topan con las vías del tren de Morelia, que lejos de representar un bienestar para la población es más un fastidio y en opinión de algunas personas un riesgo para el bienestar de la población. En un sondeo realizado por este medio de comunicación, en las inmediaciones de la colonia Industrial, localizada al norte de la ciudad, uno de los habitantes de la calle Selenio, Ixchel Salinas, expresó que vivir a tres casas de donde comienza el montículo que sostiene las vías del tren representa dos desventajas. Por un lado, la contaminación sonora es persistente, ya que en las diferentes ocasiones en las que le tren pasa, genera un zumbido ensordecedor, que lejos de brindar un ambiente de tranquilidad suele ser estresante. Después de varios de años de vivir aquí ya me acostumbre, pero no deja de afectar los momentos de descanso”, comentó. Otra problemática que percibe es que las personas transitan y atraviesan por donde pasan las vías del tren, situación que invariablemente los pone en riesgo, “Podrían arrollar a alguien por la velocidad que llega a agarrar el tren”, refirió que esto sucede con jóvenes que suelen atravesar por este sitio. Aunado a lo anterior, dijo que la calle se encuentra en una pendiente que se ve afectada en temporada de lluvias, ya que el agua corre en dirección al rio que también es vecino de la zona, por lo que al final de la calle Selenio, se junta mucha agua. Cuando las lluvias son muy intensas, tenemos que poner una contención de costales de arena para contener el agua de entrar a las casas”, explicó. Por otro lado, la calle cerrada Cobalto, es otra rua que limita con las vías del tren, lugar donde Edgar Matías Rodríguez renta una casa y aunque dijo pasar la mayor parte del tiempo en su trabajo, opinó que El hecho de que pase el tren nos preocupa, porque no tenemos certeza de si en algún momento se podría descarrilar, lo que implicaría una afectación a la gente y a su patrimonio”, comentó. El más reciente descarrilamiento sucedió el pasado 12 de febrero, en la zona cercana a las Secretaría de Seguridad Pública, situación en la que las ruedas de uno de sus vagones se desprendieron que los mantienen unidos vagones a los rieles.