Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Luego de que numerosas instancias de gobierno, empresas e instituciones se han sumado oficialmente a la iniciativa del paro nacional de mujeres convocado para el próximo nueve de marzo, el arzobispo de la Arquidiócesis de Morelia y vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Garfias Merlos, afirmó que “La iglesia acepta el hecho de que suceda pero no es que lo vaya a promover”. Creo que son formas diferentes de manifestar el que podamos darles el cuidado, la dignidad y la atención a las mujeres. Creo que mientras se respeten los derechos de los demás, las expresiones podrán ser decididas por cada quien, el objetivo es que podamos poner atención en dignificar y reconocer el valor de la mujer y éste puede ser un medio que dé ese resultado. La iglesia acepta el hecho de que suceda, pero no es que lo vaya a promover”, expresó el líder religioso en conferencia de prensa este domingo. Es importante recordar que la iniciativa del paro nacional de mujeres, también conocido como “Un día sin nosotras”, “Un día sin mujeres” y difundido con el #9demarzo, surgió después de varios hechos violentos en contra de mujeres y niñas en el país, que desde la perspectiva de familiares y activistas no han tenido una respuesta satisfactoria de parte de las autoridades de gobierno. La convocatoria llama a mujeres y niñas a no acudir a escuelas o trabajos el nueve de marzo, no salir a las calles y no realizar compras, con el fin de que el paro refleje el valor de las mujeres en la sociedad. Varias instituciones académicas y de gobierno fueron las primeras en aceptar el llamado, pero posteriormente también se sumaron figuras públicas, empresas e incluso equipos de futbol. A nivel de Michoacán, el gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, emitió un tuit en el que se posicionó a favor de esta medida. Cuestionado sobre los homicidios y feminicidios que han ido al alza en distintos puntos del país, Garfias Merlos reiteró que se trata de acontecimientos reprobables, que son motivo de preocupación y generan la necesidad de encontrar formas de acompañamiento para las víctimas y crear condiciones para que tales crímenes no se repitan. Creo que los hechos violentos, los feminicidios y todas las formas de asesinatos siempre serán muy reprobables. Como iglesia, estamos manifestando nuestra preocupación a todas las formas crueles y agresivas de violencia, sobre todo contra mujeres y contra personas pequeñas, como niñas y bebés, todos estos son hechos muy reprobables, seguiremos insistiendo en que es muy reprobable que esté ocurriendo en nuestra sociedad”. “Creo que nos está pidiendo a todos que podamos, por un lado, encontrar las formas de acompañar a las personas que son afectadas y parte de un esfuerzo que estamos haciendo en la iglesia es acercarnos a las familias afectadas; y también seguirá siendo un llamado de la iglesia para que todos podamos generar nuestra aportación y compromiso para que podamos evitar que pasen este tipo de cosas; y que podamos ir creando condiciones para que estos hechos no se repitan”, ahondó el arzobispo. Pena de muerte, una posibilidad Sin embargo, en relación a distintas expresiones, tanto de opiniones en redes sociales como conversaciones en persona, que piden la pena de muerte para los responsables que cometan crímenes graves contra niños y mujeres, Garfias Merlos consideró que "destruir" a las personas no dará salud a las víctimas, pero aun así puede ser una medida para evitar que se repitan los hechos. “Yo creo que la reacción tienen toda la razón y el fundamento. Cuando la persona tiene un deseo de venganza, lo que más anhela es que se destruya a la persona que es delincuente. Esto parte de un equívoco, de pensar que si destruyes a la persona que delinquió, vas a encontrar la salud; pero las personas que son víctimas no van a adquirir salud con la violencia hacia el delincuente”.Carlos Garfias, arzobispo de Morelia. "Dentro de este daño que hace el delincuente, la alternativa de la pena de muerte puede ser una medida que evite que siga delinquiendo, sí puede ser una alternativa de sanación de salud, pero una alternativa que sería en el último extremo. Está contemplada como una posibilidad, dependiendo de la gravedad y la cantidad de delitos”, finalizó Carlos Garfias.